Resumen del EL SEÑOR DE LAS OLAS, de J. C. Ryle
Marcos 4:37-40
Realizado por Rolando Nambo, estudiante de la Universidad Cristiana Logos
Introducción.
Es bueno conocer todas la doctrinas, la gracia, la justificación, la santificación, etc.; pero es mejor conocer a Jesús a través de los evangelios. No es la intención decir que haya una escritura mejor que otra; pero sí es bueno decir que sería ideal antes que todo, conocer mejor a Jesucristo.
Tal es el caso, que el Espíritu Santo nos ha contado cuatro veces su vida, su muerte, lo que dijo y lo que hizo. Esto es así porque la oveja debe estar bien familiarizada con su pastor, el enfermo con su médico, la novia con su novio, y el pecador con su salvador. cualquier detalle de la vida de Jesús escrito en cada línea en cada evangelio nos debe ser de mucho valor.
SEGUIR A CRISTO NO PREVIENE LAS AFLICCIONES TERRENALES
El relato acerca de Jesús reprendiendo la tempestad contiene una gran enseñanza para todo creyente en todos los tiempos. El gran temor y angustia que enfrentaron los escogidos de Jesús nos muestra que aunque seamos siervos de Dios, no estamos exentos de pasar por tribulaciones.
Muchos quieren a Cristo y buena salud. Muchos quieren a Cristo pero sin problemas y sin dolor. Muchos quieren a un Cristo sin la Cruz.
Pensemos, cómo sabríamos quiénes son verdaderos cristianos, si servir a Cristo fuera no tener problemas; entonces cómo distinguiríamos entre el trigo y la cizaña. Cómo sabríamos si los hombres sirven a Cristo por su bondad o por motivos egoístas; si servirle diera automáticamente salud y riquezas. No olvidemos que los vientos del invierno nos muestran cuáles arboles son siempre verdes y cuáles no lo son. No obstante, debemos estar confiados de que en medio de las pruebas, Dios nos va a llevar por camino derecho a ciudad estable (Sal 107:7).
EL SEÑOR JESÚS ES REALMENTE UN SER HUMANO
Jesús era Dios eterno; pero también era de carne y hueso como nosotros, mas el nunca pecó. Nació de mujer, creció de estatura como nosotros, a menudo tenia hambre, se cansaba, se ponía triste, y hasta lloraba como nosotros. Es de gran consuelo saber que nuestro gran sumo sacerdote estaba revestido de emociones como nosotros y que no solo es un salvador poderoso; sino que también es un salvador compasivo.
Veo una enorme prueba de amor y sabiduría en la unión de las dos naturalezas. Por amor hizo un descenso abismal, pues siendo el Dios omnipotente tomó un cuerpo lleno de debilidad. Con sabiduría se adaptó para ser el amigo entre amigos, la omnipotencia y la comprensión más profunda se unen en la persona gloriosa de Jesucristo.
CONOCE LA NATURALEZA HUMANA
Jesús sabe lo que es ser pobre y necesitado. Jesús nació en una familia pobre y durante su ministerio dependía de la ayuda y donaciones de sus seguidores para alimentarse.
Jesús sabe lo que es el rechazo. Dice la escritura, a lo suyo vino y los suyos no le recibieron… Solo fue aceptado entre un grupo de publicanos y pecadores, que más tarde lo dejarían en el momento que más él los hubiera necesitado.
Jesús fue mal comprendido como nosotros, lo tomaron como un loco y endemoniado, fue tentado como nosotros; y sintió la agonía como muchas veces la sentimos nosotros.
AÚN EL CRISTIANO AUTÉNTICO PUEDE MOSTRAR MUCHA DEBILIDAD
Los discípulos le dijeron, llenos de temor y angustia: sálvanos que perecemos. Hubo impaciencia e incredulidad, pudieron haber esperado más; pero hablaron como si dudaran que su señor se interesara en su bienestar. Son muchos los Creyentes que se comportan así, mientras no hay problemas se muestran como hombre de fe; pero cuando llegan los problemas esa fe se derrumba. El que piensa que no temería así, no conoce su corazón; no sabe cuánta debilidad afloraría si se encontrara en circunstancias que la provoquen. Mas, esto no es para excusarnos o desalentarnos pues sabemos que tenemos este tesoro en vaso de barro.
EL PODER DEL SEÑOR JESUCRISTO
Inmediatamente el señor calmó la tempestad. Hizo cesar el viento con dos palabras. Esto es realmente poder. Recuerde cada creyente que en su peregrinar por el desierto, a través de el médico, pastor, abogado, redentor y salvador; todo es posible.
EL SEÑOR JESÚS TRATA TIERNAMENTE AL CREYENTE DÉBIL.
No hubo alumnos más lentos para aprender que los apóstoles de Jesús. Y no ha habido alumnos con un maestro más paciente que los apóstoles de Jesús. Jesús no los regañó como merecían, a pesar de que siempre habían mostrado deficiencia de aprendizaje acerca del plan de Redención. Pedro, aun trató de que evitara el sufrimiento (Mt 16:22). Después de resucitar, todavía mostraban incredulidad de que en verdad hubiera resucitado; aún cuando él les había dicho una y otra vez que sucedería (Lc24:25).
A pesar de todo, Jesús les ayudó a caminar paso a paso con paciencia. No los despidió por tanta estupidez; sino que con ternura los enseñó asta el fin.