Otra de las normas éticas importantes para el ministro, es en relación con la familia.
Contribuirá mucho a su éxito en el ministerio del ministro, la felicidad en su hogar. Los ministros no podemos descuidar a la familia, mientras ministramos a los demás en la comunidad. Debemos dedicar tiempo a los esposos, esposas, a los hijos. Ha sido comprobado en estadísticas, que los hijos de los ministros se han destacado en muchas profesiones y en empleos que han requerido grandes capacidades y rendimientos, más que los hijos de otros profesionales.
Un estudio realizado por el Sr. Edward B. Bratcher para descubrir las fuentes de estrés en las familias de los pastores se ha descubierto:
- Todos los miembros de las Iglesias esperan que las familias de los pastores sean ejemplos de personas de éxito, por ejemplo en el sentido de: armonía, unidad, en lo moral (en la comunidad).
- Que los ministros comuniquen prosperidad económica en la forma de vestirse, en los arreglos de la casa pastoral, en los muebles, etc…
- Que el ministro necesita una familia ejemplar para que su ministerio tenga credibilidad.
- La congregación espera que el ministro, esposa e hijos cumplan con algunos papeles que fueron establecidos desde hace muchos años atrás, la familia y el pastor no tienen libertad para desarrollar sus propias ideas, cualidades y habilidades…
El esposo debe amar a la esposa de la misma manera como Cristo amó a la Iglesia.
- Cristo amó a la Iglesia, con un amor sin condiciones.
- Cristo amó a la Iglesia, con un amor que lo llevó a dar su vida por la humanidad.
- El amor del esposo deber ser sin egoísmo, las necesidades de su esposa, van en primer lugar.
- Los esposos deben entender que el amor, es más que sexo. Debe valorizar, todas las necesidades de la esposa, prestar atención a todo lo que para ellas es importante, como cumpleaños, aniversario, expresar gratitud por todas las cosas que ellas hacen…
Como padre de familia debe dar ejemplo a su familia. Como padre, debe dedicarle tiempo a sus hijos, interesarse en ellos, de vez en cuando ayudar con las tareas, disciplinar a sus hijos, participar en las reuniones de la escuela de padres…
Las Iglesias tienen la responsabilidad de pagar un sueldo a los pastores, para que ellos puedan cubrir sus gastos económicos en los hogares. Según estudios realizados, la causa primera de mayor estrés en la vida de los ministros, se debe a la preocupación económica, ya que muchos sufren muchas necesidades en sus hogares y familias, por que el dinero que ganan no es suficiente.
De la misma manera que el pastor es el líder espiritual en la Iglesia, también lo es en el hogar, en la familia. Es importante que tenga ratos especiales con cada miembro de la familia, para que pueda darse cuenta de las necesidades de cada uno. No Podemos descuidar a nuestros hijos, ellos nos necesitan, necesitan que atendamos sus necesidades físicas, emocionales y espirituales. Los ministros deben sacar un tiempo para compartir con su familia, por ejemplo, planear unas vacaciones, en la cual pueda compartir con toda la familia. Los pastores deben tener vacaciones al menos una vez al año.
En muchas Iglesias, las esposas de los pastores desempeñan las funciones como: “asistente” “ayudante”, del pastor. Las esposas de los pastores, han estado a cargo de todos los quehaceres del hogar, preparar la comida, tener todo listo para toda la familia, la ropa, la limpieza, comida y también ayudar en todo al pastor en la Iglesia, como secretaria, maestra de niños, etc…
Algunas pastoras en los últimos años han rechazado este papel tradicional del pasado, quieren sentirse libres de la profesión de sus esposos. Los miembros de las Iglesias muchas veces exigen muchas responsabilidades para las esposas, no consideran que muchas de ellas, también tienen un trabajo, además de cumplir con sus responsabilidades también tienen la responsabilidad de atender el hogar, la familia, todos los quehaceres del hogar, mas todo el trabajo de la Iglesia, son muchas responsabilidades para una sola persona.
Estoy de acuerdo con el escritor cuando menciona que Pablo y Pedro han creado grandes controversias en las Iglesias con todas sus enseñanzas respecto a la sumisión que las esposas deben tener a sus esposos. Se debate también mucho el tema de la autoridad en los hogares hoy día. En todos los hogares, esto es un problema, pero es importante que los pastores establezcan algunas normas en sus hogares. Para evitar conflictos, en los hogares cada matrimonio debe decidir el modelo bíblico a seguir, en cuanto a la manera de vivir en el hogar bajo autoridad, etc… Efesios 5 y 6, Colosences 3 y 4, 1ra de Pedro 3, Capítulos y versículos que hablan sobre la sumisión.
El apóstol Pablo menciona estos deberes en el libro de Efesios 5:22-24 y en el libro de Colosenses 3:18, 1Pedro 3:1-7. La esposa debe estar sujeta al esposo según el Apóstol Pablo en Efesios 5:22. Para estos tiempos, a la mujer se le consideraba como inferior al hombre. En otras culturas, el esposo era propietario de la esposa. Por ejemplo, Moisés les permitía a los hombres divorciarse de sus esposas pero las esposas no tenían este derecho. En 1ra Pedro 3:3 nos habla sobre las mujeres, como deben vestirse, según al escritor, este verso se le aplica a las esposas de los pastores. Simplemente se aconseja a los pastores a vestirse normalmente, tratar de vestir de acuerdo al nivel de los miembros de la Iglesia, ni muy superior a ellos, ni tampoco vestir muy inferior, o sea tratar de vivir en ese mismo nivel de los hermanos, para evitar chismes, críticas, de la gente de la Iglesia. La esposa debe cuidar bien a su esposo, en todo, cuidar de su ropa, tener su ropa limpia, y bien planchada, atenderlo bien, como también es muy importante que el reciba la satisfacción sexual que necesita para evitar así que el sea tentado por el diablo, evitar que cometa adulterio con alguna dama de la iglesia o en la comunidad. Como también es muy importante que igualmente el pastor no descuide a su esposa, pues esto también puede causar situaciones, en las cuales, como se ha sabido, también han habido casos de mujeres, que le han sido infiel a sus esposos, aunque en la mayoría de los casos, son más los casos de los hombres, pero también lamentablemente se han dado casos de mujeres que también han cometido adulterio. Mujeres, que fueron desatendidas por sus esposos, por los ministros, por que ellos le dedicaron mucho tiempo al ministerio, y descuidaron a sus esposas e hijos.
Es cierto, que los pastores no tienen suficiente privacidad, todos los miembros de las Iglesias, saben todo lo que sucede en el hogar de los pastores. Todos los miembros están pendientes, a la vida privada del pastor, a todo lo que sucede en la familia, a todos sus asuntos y problemas personales, para la familia de los pastores esto llega a ser una carga pesada. Es muy triste saber que los hermanos están pendientes solo para hacer comentarios, criticar, chismear, pero no están pendientes a las necesidades que muchas veces enfrentan los pastores en sus hogares, por ejemplo, cuando hay enfermedad, alguien se encuentra enfermo, cuando tienen necesidades economicas, cuando uno de ellos pierde un ser querido, tienen falta de alimentos, alguien se encuentra hospitalizado, etc…
La gente debe entender que los pastores también sufrimos necesidades, y que igualmente como a cualquier persona nos suceden cosas tristes, situaciones y también muchas veces necesitamos de “una mano amiga” “consuelo” “ayuda” “alimento”, etc… La Iglesia necesita aceptar la “humanidad” de la familia pastoral. La gente, los miembros de la Iglesia deben entender que el pastor y su familia también son “seres humanos”, como cualquier otra persona, con la misma naturaleza de todas las personas.
Es muy importante lo que menciona el escritor, cuando menciona que cuando los miembros de la Iglesia entiendan esta gran verdad de que el pastor y su familia, son seres humanos también, que tienen debilidades, virtudes, y brinden al pastor y su familia la libertad para que ellos puedan vivir normalmente como todo ser humano, esto tendrá en efecto positivo, pues tanto el pastor y la familia sentirán alivio de cargas muy pesadas en sus vidas. La Iglesia debe permitir que el pastor y su familia tengan privacidad, que la casa pastoral sea también un hogar privado, o sea deben respetar su privacidad. No se recomienda que el pastor y su familia vivan dentro del templo ni tampoco con la casa pegada al templo, en el mismo terreno. Necesitan vivir en una casa cerca de la iglesia, no en el mismo lugar de la iglesia para que así puedan disfrutar su privacidad, vivan una vida más privada.
El pastor y su esposa deben dar ejemplo a los demás, sabemos que no hay parejas perfectas y que todos los matrimonios tienen sus diferencias y problemas, pero lo más importante es la manera de como solucionan sus problemas, como los enfrentan, esto puede servir de ejemplo a los matrimonios en la Iglesia. Cuando los demás matrimonios, se den cuenta de nuestro ejemplo, ellos sentirán confianza de pedir oración o buscar consejería, ayuda para sus asuntos o problemas matrimoniales. Si los ministros no dan un buen ejemplo, la gente de la Iglesia se van a desilucionar y no querrán confiar en el pastor. Se recomienda que los pastores, y sus esposas resuelvan sus asuntos personales en privado, en su hogar, que se pongan de acuerdo a hablar en el hogar sobre sus problemas y que no lo hagan en público, porque esto no es un buen ejemplo para los hermanos de la Iglesia.
Estoy de acuerdo con el escritor cuando menciona que el ser pastor de una congregación es un “gran privilegio” que Dios brinda a los ministros. En la Biblia podemos encontrar muchas referencias al trabajo de los pastores de ovejas, y nos indica la actitud que debe tener el hombre de Dios, quien tiene la responsabilidad de cuidar de las ovejas, de las almas que son parte del reino de Dios. Para el ministro en el proceso de considerar la invitación a un pastorado hay normas éticas. En primer lugar, el ministro no debe presentarse ante una congregación para ofrecerse a ser pastor. En la ética ministerial esto se considera como una falla. El pastor debe orar a Dios para que se abran puertas, debe hablar con los líderes de su denominación y hacerles saber que está disponible.
Cuando la denominación sabe de algún pastor que esté disponible, al saber que hay una Iglesia que no tiene un pastor, oran a Dios para ver si el pastor es el indicado, y luego se comunican con la congregación para dar su nombre, luego proveen toda la información del pastor y su familia, talvez inviten al pastor candidato a la Iglesia a predicar, y si Dios está en el asunto, lo invitan para una reunión, luego lo invitan a pastorear la Iglesia. Si un pastor recibe la invitación de una congregación, para pastorear, debe orar a Dios primero, para ver si es su voluntad, luego hablar con su esposa, después con sus hijos… O sea son unos pasos y procedimientos, a seguir antes de pastorear, o antes de trasladarse a otra congregación. En las Iglesias de hoy en día la predicación con poder de la palabra de Dios, es una de las necesidades más grandes. El mensaje del pastor debe ser un mensaje de inspiración y aliento para las personas, los pastores deben predicar con propósito. El pastor debe darse cuenta o percibir cuales son las necesidades espirituales de la congregación y hacer un plan para llenar las necesidades de la gente en sus predicaciones.
El pastor debe predicar el mensaje de la palabra de Dios con osadía! O sea predicar, con valor, valentía, audacia, con atrevimiento, sin temor.
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