¿Cómo un cristiano manifiesta esa falta de compromiso al servicio? Podríamos decir que hay varias maneras:
- Indiferencia. Es cuando se profesa una fe, pero sin involucrarse en las consecuencias de esa fe, teniendo cuidado de mantenerse distante cuando esa fe puede crear confrontación. Por eso su participación en la iglesia, una asistencia de manera nominal, pero sin responsabilidad.
- Egoísmo. Es un cristiano que solo busca ser complacido, asistido, oído y que todos lo tengan en cuenta cuando está en necesidad. Solo buscan los suyo, por eso se compromete con el mundo más que con la iglesia, porque sus ideales y sueños y la manera de lograrlos están en el mundo.
- Desobediencia. No tiene en cuanta las ordenanzas de Dios establecidas en la biblia. Manifiesta falta de compromiso y no se envuelve en la misión de la Gran Comisión. Según ellos, no les corresponde porque hay otros hermanos que pueden hacerlo. En ocasiones coopera, calma su conciencia, se emociona, pero no pasa de eso.
Pero para Dios, cumplir la Gran Comisión es la expresión más intensa de una vida comprometida, y el verdadero creyente debe sentir pasión por cumplirla, ya que la razón de nuestra salvación es que abracemos ese compromiso con Dios y con los hombres hasta que todos oigan que Jesús es el Señor y salvador. En una ocasión de confrontación con este compromiso, el apóstol Pablo se identificó y dijo: “Hay de mi si no predicare este evangelio”
Pero no solo el apóstol Pablo tenía esta convicción, sino que los apóstoles que había sido llamados y la iglesia primitiva entendieron claramente este compromiso. El apóstol Pedro es claro cuando habla de eso mismo y después de haberse comprometido con el Señor, y haber sufrido muchas vicisitudes por el evangelio, enseña a los creyentes y enfáticamente los motiva diciéndoles: “Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncies las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (I Pedro 2:9). Observen que el apóstol menciona los privilegios y ventajas de ser creyentes, algo que solo el evangelio ofrece y Dios lo corrobora cuando dice que somos una nación adquirida por Dios. Pero todo eso, es solo la antesala del compromiso, porque claramente dice que Dios nos salvó para que hagamos lo demás: ¡Anuncies las virtudes de Dios!
Conclusión
Amados, deseo hacer un repaso a mis pensamientos y repetir que no es suficiente que un día hayamos levantado las manos para aceptar a Jesús como salvador, eso está bien y es necesario. Pero después de eso comienza un proceso de conocimiento, crecimiento y entrega. Es aquí donde comenzamos a ser guiados por el Espíritu Santo para cumplir todo lo que Dios, a través de Jesús demanda de nosotros. Es después de eso, que comenzamos a ser compungidos para un arrepentimiento verdadero y dejar atrás una vida de pecado. Permítanme decir que el arrepentimiento real nos lleva a una conversión real, y como resultado a una entrega total con un compromiso total de servir al Señor y alcanzar a otros para sean salvos como tú y sean añadidos a su reino.
A los que todavía no han recibido a Jesús como su salvador y Señor, les invito que lo hagan ahora mismo. Es una oración para arrepentimiento, confesión y perdón de pecados. Cuando el Jesús oye esta oración, te acepta y te limpia de todo pecado y escribe tu nombre en el libro de la vida. De ahí en adelante te conviertes en un verdadero cristiano y que sirve al Señor y anuncia a otros el evangelio del reino de Dios. Así que hagamos esta oración de arrepentimiento y entrega. La oración es simple: Señor Jesús, te recibo como mi salvador y Señor, y quiero comprometerme a servirte hasta que vengas por mí. Espíritu Santo, ayúdame y fortaléceme para cumplir mi compromiso de llevar a otros este evangelio salvador.