By Autor: Gloria Figueroa
Cuando una persona se siente desanimada, confundida, temerosa, o herida; es cuando siente la necesidad de hablar con alguien que lo entienda, debemos acudir al libro de los salmos, cuando se necesita un consejo, sabiduría o comprensión hay que dejar a un lado las luchas y como el salmista esperar en Dios que es bueno, porque El actuara a nuestro favor, nos dará el aliento para el que lo necesita.
El salmista en cierto momento se sentía infeliz y con problemas; ¿Se sentía tal vez perseguido por sus enemigos, intranquilo y es aquí cuando el levanta un clamor desde el fondo de su alma y es cómo si le diera la orden “? ¿Porqué te abates oh alma mía? ¿Porque estas intranquila dentro de mí? Espera en Dios, pues todavía he de alabarle. ¡Salvación de mi rostro y mi Dios!» se pudiera describir este momento que vivió el salmista como una depresión. Donde no tenía ni fuerzas para ir al templo a adorar y alabar a Dios; así como algunos en algún momento lo pasamos en el proceso de crecimiento y otros lo viven.
Podemos encontrar que el pueblo de Dios también se deprimió cuando en el libro de Éxodo 6:8 De esta manera hablo Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu y de la dura servidumbre. Esto se compara como cuando alguien está pasando pruebas y por la congoja de espíritu y la dureza de las adversidades que se confrontan no nos permiten escuchar la voz liberadora; porque nos sumergimos tanto en la preocupación, en las incertidumbres y en los problemas que nos aquejan que no podemos distinguir entre las voces que nos hablan.
La Biblia es la mejor fuente, con ejemplo e ilustraciones y enseñanzas explicitas en toda circunstancia; muchas personas solo se interesan por las ilustraciones, por los relatos, pero, descuidan pasar por alto los principios presentes en esos relatos, y esto más bien agrava la condición de las personas y si no se tiene en cuenta este principio hasta uno mismo puede caer en esta trampa que el enemigo nos tiende. Otros están en problemas porque quieren vivir las experiencias de otros y desean hasta vivirlas, por esto es bueno tener el conocimiento Bíblico.
Hay muchos cristianos que como el salmista están en las iglesias, aun en sus trabajos, con sus familias, y hasta en lugar de recreación. Pueden ser líderes y pudiera decir que hasta pastores que están como estaba el salmista; intranquilos con tensión, con insomnio y en círculo encerrados en depresión. Es muy importante que estas personas se dejen tratar lo más pronto, ser cristianos es representar bien el reino de Dios ya que por medio de su hijo fuimos libres.
Ser esclavos de algún trauma, depresión o depender de alguna medicina seria como desmentir lo que la palabra de Dios dice al respecto y el mundo de hoy quiere ver testimonios reales, por esto tenemos que llevar buen fruto. Ser cristianos no significa vivir siempre tristes, ser fríos, como si ser cristiano, fuera ser desventurados. Mostrar una imagen como de derrotados la gente no va querer seguir al Dios vivo que predicamos.
No todos los cristianos somos iguales, todos tenemos temperamentos diferentes; tenemos que llegar a conocernos, por si llegásemos a tener algún secuela de depresión escondida en lo más íntimo; esto por supuesto no afectara nuestra salvación, ya que Dios no se niega a sí mismo y nos entiende perfectamente, el escritor divide en dos grupos a los seres humanos 1- Los introvertidos y 2- Los extrovertidos; están los que siempre están mirando hacia dentro, los que miran hacia fuera, es muy importante saber a qué grupo de los dos pertenecemos, ya que la condición espiritual tiende a afectarnos.
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