Superando el duelo

Superando el duelo

EL CAMINO DE LAS LÁGRIMAS

Basado en el libro de Jorge Bucay

A través, de libro el Camino de las lágrimas el autor Jorge Bucay, nos presenta como atravesar el duelo por una pérdida, reconstruyendo nuestra vida y alcanzando la felicidad nuevamente.

Pérdidas inevitables

El duelo es un camino que no se puede esquivar, es necesario para continuar con la vida, y permite el  aprendizaje así como cambios para alcanzar nuevamente la felicidad.

El ser humano no ha sido educado para afrontar el dolor y mucho menos la pérdida de un ser querido o de algo que produce estabilidad y seguridad; por ello muchas personas se hunden en el abismo sin esperanza de ser rescatadas.

El autor plantea mapas y se tratan de aquellas cosas que están en nuestro interior como nuestro criterio ante la manera de ver el mundo y de la reacción en momentos de afrontar una crisis.

Nos permite ver de que manera hemos trazado nuestro mapa de la vida, y como son nuestras creencias en cuanto a la manera de manejar la adversidad y el dolor.

Si conocemos el sendero se nos facilita la sanidad de las heridas, estamos así capacitados para desprendernos y aceptar cambios que nos llevan a una nueva ruta. Desde el momento de la pérdida inicia un camino que de acuerdo con su propio mapa será fácil la salida o dolorosa y demorada.

Aceptación y Restauración

Enfrentar el duelo requiere de una elaboración necesaria para poder superar los sentimientos internos y la realidad externa que ayudara a la restauración.

La restauración es el resultado del reconocimiento y sanidad de heridas emocionales y físicas, y de las necesidades básicas suplidas, desde la infancia.

Si desde pequeños hemos aprendido a aceptar el desprendimiento de manera saludable, probablemente podamos caminar con firmeza por el sendero de las lágrimas.

El proceso de aceptación empieza en el lugar de aislamiento, el momento del impacto; allí las sensaciones nos llevan a tomar conciencia de la realidad que debemos enfrentar.

La aceptación es un regalo para aprender a valorar lo que tenemos, ver el camino para nuevas oportunidades y apreciar aquellas cosas que parecían despreciables y sin importancia.

Vivir el duelo saludablemente

Todas las perdidas, producen dolor y se deben enfrentar, trabajar y cerrar el ciclo, para que no se conviertan en obstáculos para enfrentar duelos más grandes.

Al aprender a soltar, es más fácil el crecimiento y mayor la madurez. Madurar implica dejar atrás lo perdido para emprender hacia algo nuevo.

El duelo vivido saludablemente nos motiva a seguir viviendo, brinda una nueva manera de ver nuestro entorno y nuestro mundo. Para sobrevivir a un duelo por el camino correcto se recomienda:

  1. Permitir estar de duelo
  2. Abrir el corazón
  3. Tener tiempo para recorrer el camino
  4. Ser amable consigo mismo
  5. No tener miedo de enloquecer
  6. Aplazar algunas decisiones importantes
  7. No descuidar la salud
  8. Ser agradecido por la cosas pequeñas
  9. Pedir ayuda
  10. Ser paciente
  11. Tener descanso, disfrutar y divertirse
  12. Confiar en la capacidad de salir adelante
  13. Aceptar lo irreversible
  14. Elaborar un duelo no es olvidar
  15. Aprender a vivir de nuevo
  16. Centrarse en la vida y en los vivos
  17. Definir la postura frente a la muerte
  18. Volver a tener fe
  19. Buscar y aprovechar nuevas oportunidades
  20. Levantar a otros, por medio de la experiencia vivida.

Etapas del camino

Hemos de pasar por 7 etapas en un duelo

  1. Incredulidad: hay negación, cuestionamiento y confusión porque la persona está en shock por la noticia.
  2. Regresión: Estado de llanto y dolor desbordado.
  3. Furia: se desarrolla enojo y desesperación al haber conciencia de lo sucedido.
  4. Culpa: un sentimiento hacia todos y todos, inclusive para con Dios.
  5. Desolación: aquí se expresa la verdadera tristeza.
  6. Fecundidad: es el inicio de la salida
  7. Aceptación: es la etapa de la cicatrización y de la despedida haciendo un cierre de ciclo.

Si se enfrenta el duelo haciendo todo este recorrido existe una gran posibilidad de restauración emocional y física. Pero si la persona decide tomar una ruta más corta y decide poner obstáculos al camino, el duelo se convertirá en un continuo estado de dolor, soledad, depresión, oscuridad y derrota. Los duelos enfermizos se denominan: Ausente, conflictivo, retrasado, desmedido y crónico.

Los que acompañan el duelo deben:

  1. Ser prudentes al dar consuelo.
  2. Dejar que desahogue todo el dolor sin interrumpir.
  3. Permitir que hable del ser querido todas las veces que lo requiera.
  4. Tomar el tiempo que sea necesario para el duelo
  5. Colaborar en todo lo relacionado con el ritual funerario.
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