Obra evangélica en América Latina | Parte 2

Obra evangélica en América Latina | Parte 2

Inicios de las sociedades protestantes latinoamericanas

 

La Sociedad Bíblica

En 1883 se funda la primer Sociedad Bíblica en América Latina, para la costa pacífica de Sudamérica (, Colombia, Ecuador, Chile y partes de Guatemala). Se distinguió en la labor de venta de las biblias Lucas Matthews y el presbiteriano escocés Andrés M. Milne en Uruguay.

Francisco G. Penzotti comenzó junto con Milne el ministerio de su vida el colportaje o distribución de las Sagradas Escrituras. El pastor misionero Hugo C. Tucker se propuso traducir la Biblia al portugués y la promoción de la vida y verdad al estilo cristiano entre su pueblo.

Los primeros seiscientos ejemplares de la Biblia en español, enviados por la Sociedad Británica y Extranjera (SBBE), llegaron Buenos Aires y Montevideo en 1806. Entre 1804 y 1807, la Sociedad imprimió veinte mil ejemplares del Nuevo Testamento en portugués, que marinos y comerciantes distribuyeron en las costas de Brasil.

En 1808 se distribuye en Antigua y otras islas, para los soldados, los marineros y los enfermos. Entre 1808 y 1816 se repartieron en las Indias Occidentales, Honduras y las Guayanas cuatro mil Biblias y once mil quinientos Nuevo Testamentos en español, francés, inglés y holandés.

Comerciantes, viajeros y piadosos capitanes de barcos también diseminaron ejemplares del texto sagrado por las costas de América Latina.

La Sociedad Bíblica distribuyó más de dos millones de ejemplares mediante agentes, colportores y voluntarios, teniendo ciertos obstáculos por los decretos reales y papales.

Los metodistas

John Wesley (1703-1791), <el padre del metodismo>, era un sacerdote anglicano comprometido con otros estudiantes de Oxford a recibir con frecuencia la santa comunión, al estudio de la Biblia y a la visita de los encarcelados; fueron llamados («metodistas» por seguir un método especial de vida.

El 24 de mayo de 1738, en un encuentro de oración con los hermanos moravos, Wesley tuvo una profunda experiencia religiosa en la que » sintió su corazón extrañamente recalentado» por la confianza de que Cristo lo había salvado personalmente.

Los metodistas siguen las doctrinas tradicionales cristianas sobre la Trinidad, sobre la persona y la obra de Cristo, y sobre la salvación por medio de la fe. Sin embargo, más importante que la doctrina es la aceptación de Cristo como propio salvador y el esfuerzo por alcanzar la perfección con la ayuda de la gracia del Espíritu Santo.Muchos de los misioneros fueron arrestados y victimados al igual que los feligreses.

Los Bautistas

En 1792 Carey y otros doce siervos de Dios, ‘dan a luz’ la Sociedad Misionera Bautista. La traducción de la Biblia destacaba en la obra de Carey, llegando a traducirla n 44 idiomas y dialectos.

Los bautistas se unieron a los predicadores de color para evangelizar a los esclavos de las plantaciones.

Guillermo Knibb fue un predicador distinguido por su elocuencia quien defendió la causa de los negros y esclavos y defendió su causa en Jamaica. Desde 1824 con 21 años decidió luchar contra la esclavitud de los negros, “el monstruo”, como él decía.

Knibb siguió luchando, aún a riesgo de su vida y consiguió finalmente que fuera abolido el nuevo sistema. La ley decía que, desde el 1º de Agosto de 1838, todos los negros serían completamente libres.

El 31 de Julio en un acto muy simbólico unos catorce mil negros adultos y cinco mil niños se reunieron bajo la dirección de Knibb y entre oraciones, cantos y llanto enterraron al monstruo de la esclavitud representado por  un látigo, una cadena y un collar de hierro. Seguido de lo cual izaban la bandera inglesa para señalar que ellos también eran libres. Terminando la esclavitud en Jamaica, pacíficamente, gracias a la influencia de los misioneros.

Difusión evangélica

Los primeros misioneros presbiterianos, metodistas y congregacionalistas empezaron a llegar hacia 1872. Se centraron en dos puntos básicos: La creación de escuelas y de centros médicos.

La difusión evangélica durante el siglo XIX fue lenta y difícil. La presión social sobre los nuevos conversos, las persecuciones y linchamientos, empezaron a generalizarse en diferentes países americanos.

Pero el protestantismo había arraigado en todos los países. En México, por ejemplo, en 1892 había 566 iglesias y en 1908 había 700 congregaciones, y en Chile, se fundaba la primera iglesia protestante autóctona sin ninguna relación con misiones foráneas en 1909.

El protestantismo al comenzar el siglo XX era una pequeña minoría en la mayoría de los países, compuesta en su mayor parte por clases medias y bajas, pero tenía una amplia red educativa y médica y buena relación con los políticos de corte liberal.

Para finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, el protestantismo se encuentra en franco ascenso, logrando concretar una membrecía importante en todos los países latinoamericanos, por encima del 25% en la mayoría de países de Latinoamérica.

 

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