Bergsten plantea que la Psicología Pastoral ha de referirse a la totalidad de la personalidad, para poder ser un mensaje redentor en el mundo moderno.
Y con el propósito expreso de retirar las barreras mentales que impiden a los recursos espirituales de poder manifestarse a través de la personalidad, la Psicología Pastoral ha de realizar un desarrollo especializado y una extensión de competencia en el área psicológica sin ignorar lo sobrenatural.
De igual forma, Thurneysen señala la necesidad de la Psicología como una ciencia auxiliar, que permita explicar la naturaleza interior del hombre y adquirir su conocimiento, para poder curar su alma.
Por ello todo estudio antropológico cristiano debe tener, una perspectiva tridimensional: psico-neumo-somática, porque los cristianos interpretamos al Ser Supremo como un Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. No se trata de tres deidades, sino de manifestaciones diferentes de un sólo Dios. Y el ser humano es imagen de Dios, tal como ha sido revelado en las Sagradas Escrituras (Génesis 1:26-27).
Orientaciones en psicología pastoral
La principal orientación a proporcionar es Gerenciar la vida. Partiendo de las etapas de formación mediante la elaboración de un plan estratégico para la vida en los próximos cinco años. Comprendido desde la adolescencia a la primera juventud, que luego reformulado, se requiere tutelaje, seguimiento y control con indicadores confiables.
Las etapas posteriores de inicio profesional debe tener el énfasis en el desarrollo de las habilidades generales y especiales de tipo personal y gerencial.
El proceso implica primero armonizar todo y prepararse con la ayuda del Espíritu Santo, de manera que el corazón se purifique y la mente actúe aplicadamente de acuerdo a las Sagradas Escrituras y las emociones estén bajo la voluntad de Dios.
Al comprender que existen causas que proceden de la familia de origen, los problemas serán esclarecidos. Cualquier conflicto puede ser solucionado, si nos movemos con el espíritu comprensivo y amoroso que corresponde a una comunidad de fe que actúa como comunidad terapéutica. Entonces la norma para la vida cristiana normal es que vivamos vidas dignas del evangelio.
El servicio debe realizarse conjugando la fe de la teología y la razón de la Psicología de tal manera que se curen las almas y la comisión se cumpla efectivamente.
Desarrollo de una nueva perspectiva
Se considera entonces desarrollar la observación del ser humano bajo un prisma trilateral; el cual comprende tres caras diferentes, una base y una culminación, pero una sola realidad.
La base y la altura ilustran la posibilidad de comprender al hombre en una perspectiva psicoteológica. Consideremos lo psicológico como la base del prisma, es decir, el tiempo en que se estructura la personalidad. Mientras que la parte superior del prisma corresponde a lo teológico, a la dimensión trascendente que está presente en todo ser humano.
Veremos, entonces la función específica del pastor en el conocimiento del hombre para poder servirle en el nombre de Jesucristo y como lugar de encuentro de ambos extremos del prisma: La psicología pastoral que tiene como objetivo ayudar al hombre a ser más humano y mejor cristiano.
En el diálogo entre lo teológico y lo psicológico, el consejero o pastor podrá tratar las diferentes problemáticas como son los recuerdos no sanados, el desarrollo de la personalidad, la interpretación de los sueños, los problemas del matrimonio, la culpa y las adicciones.
La comprensión de la conducta del ser humano por ende no es exclusiva de la Psicología, ya que las actitudes de la gente se pueden entender a partir de la Biblia y la descripción que esta nos hace del ser humano como creación Divina.
El conocimiento bíblico teológico del hombre, se configura como el punto de partida, en el intento de conocer al ser humano, en el proceso de cura del alma. La Biblia afirma que el ser humano puede encontrar redención por medio de la obra de Cristo y puede llegar a alcanzar su pleno potencial de desarrollo en el Poder del Espíritu Santo.
Comprendiendo entonces que hemos de trabajar para vivir en comunión, buscando superar las consecuencias y afecciones que vivimos a causa del pecado que son la:
> Separación Teológica la relación del ser humano con su creador.
> Separación Sociológica relación ser humano-ser humano.
> Separación ecológica relación ser humano-naturaleza.
> Separación Psicológica relación ser humano-sí mismo. (El pecado causa vergüenza, temor, engaño, iras, rencillas y angustia Existencial).
Somos seres completos que no trabajan indivisiblemente, sino en Unidad: Cuerpo (anatomía); alma (parte espiritual inmortal); espíritu (mente).
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