Educación cristiana: retos y métodos

Educación cristiana: retos y métodos

Retos actuales

La educación cristiana tiene el reto de transformar la vida de aquellos que no reciben, ha de ser entonces un verdadero entendimiento comprensivo desde aquellos que la proporcionamos, abierto a futuros giros en el camino de la fe se nos exige.

Informar, formar y transformar es la misión encomendada proceso en el cual los hombres requerimos de la presencia y participación de Dios para que nos dote para enseñar e implica la apertura individual y personal para aceptar el contenido, las personas y el contexto comunitario y social.

Cinco tareas son visibles en la iglesia cristiana: Proclamación (Kerygma), Comunidad (Koinonia), Servicio (Diaconía), Profecía (Intercesión), Liturgia (Alabanza), las cuales entrelazadas engrandecen la obra de Dios propiciando un verdadero entendimiento, aprecio y expresión de la conversión por la obra del Espíritu Santo únicamente.

Métodos

Desde la sociología la enseñanza se ha definido como un proceso en el que la conducta potencial se modifica gracias a la experiencia adquirida.

Pazmiño la considera el proceso de cambio de conocimiento, creencias, valores, actitudes, sentimientos, habilidades o conductas como resultado de las vivencias del medio ambiente natural o sobrenatural.

Para alcanzar ese conocimiento o experiencia que modifique la vida consideremos el método de nuestro maestro Jesús, cuya enseñanza se centró en la formación de doce discípulos, junto a una multitud de personas (Mateo 28) en el contexto palestino del primer siglo.

Sus métodos didácticos revelan características particulares los cuales necesariamente traen implicaciones para la práctica educativa.

  1. Tenía autoridad: habló con la Palabra de Dios y de forma coherente lo confirmó con su estilo de vida.
  2. Su enseñanza no fue autoritaria: no la imponía (Juan 6: 60-69). Dio la opción a los oyentes a aceptarla o rechazarla ofreciendo libertad de pensamiento y decisión.
  3. Animaba a las personas a pensar: estimuló el pensamiento serio y la valoración de su enseñanza no dando respuestas simples, prefabricadas y desmotivantes.
  4. Hacia lo que decía: Demostró la dimensión de su amor al lavarle los pies, demostrando humildad plena en todos sus actos.
  5. Amaba a quien les predicaba: exponía el deseo profundo de una relación íntima en todo corazón humano, mediante el amor y respeto por su gente.

 

Jesús transmitía oralmente, aunque hoy hay una gran variedad de métodos y técnicas no exime al maestro de un mejoramiento continuo en esta práctica presencial.

Uso temas específicos, circunstancias particulares, aprovechando mediante la sensibilidad el descubrimiento accidental que puede ocurrir antes, en o después del horario normal de clase.

Se adecuaba al ambiente, personalizando su método permitiendo hacer contacto y lograr la participación pluralista y multicultural, sabiendo interpretar lo que necesitaban recibir.

Utilizó simbologías, mediante ilustraciones, epigramas, parábolas, metáforas, paradojas reconociendo que los discípulos deben escuchar y ver lo que se dice, para poder asimilar el conocimiento.

 

Propuesta metodológica

Pazmiño aprovechando el método natural de Jesús construye y propone su teoría en cuanto a los métodos educativos.

  1. Comenzar con un marco mayor,
  2. Reconocer la complejidad de la sesión,
  3. Cultivar la confianza del Espíritu Santo,
  4. Mantener una preocupación genuina por las personas,
  5. Enseñar las metas, las funciones, los objetivos de la formación,
  6. Impartir temas importantes y sugerentes,
  7. Relacionar los temas didácticos con el contexto social, político, económico, cultural de la población objeto.

Esto ayuda a la planificación, implementación y evaluación, pues puede llevarnos a la búsqueda de lineamientos básicos y de factores específicos para la toma de decisiones metodológicas.

En consideración se propone como línea de base ser:

  1. Flexibles en los planteamientos metodológicos permitiendo múltiples opciones y variabilidad de respuestas, respondiendo a situaciones inesperadas y a la acción variable de los oyentes.
  2. Tener claridad en la presentación de los procedimientos, en los propósitos, objetivos, valores, intenciones.
  3. Conocer a los receptores, su condición particular y social, necesidades, insuficiencias, fortalezas y expectativas.
  4. Conocer la situación, mediante la sensibilidad y los previos educativos.
  5. No hay un método ideal por lo que se necesita proveer oportunidades de participación con control de: un activismo, o un mero verbalismo.
  6. Depender de Dios y de la acción del Espíritu Santo hace que una mayor disposición se presente para llevar las verdades a los corazones y mentes.
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