Naturaleza del Ser Humano
En algún momento de la existencia hemos escuchado sobre las teorías que buscan explicar la existencia del ser humano y de todo lo que existe alrededor.
Ha sido una tarea a la cual se han dedicado muchos hombres y ha resultado en teorías en las cuales se niega la presencia o acción de Dios, sin embargo su acción es innegable dentro de la naturaleza humana.
Creación divina
“Entonces Jehová Dios creó al hombre del polvo de la tierra. Sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre llegó a ser un ser viviente” (génesis 2:7).
“Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó” (génesis 1:27).
La biblia dice que fuimos creados “del polvo de la tierra”, de esa sencilla y original pila de barro húmedo, hemos llegado a ser una compleja criatura, hombres y mujeres con variedad de atributos, desde la sabiduría de Einstein, al genio Mozart, a la belleza de Elena de Troya.
Planteamientos como las leyes Darwinianas, confirman que somos un accidente de la naturaleza. La teoría del Big Bang, sostiene que se evoluciona de células microscópicas a larvas, gusanos y animales más complejos, hasta llegar a gorilas y de ahí transformados en personas.
Sin embargo, en estas teorías siempre dejan un eslabón perdido, la existencia de Dios. En la Biblia, se establece una explicación completa, comienza con el concepto de que hay un Dios, el ser divino, eterno, todopoderoso, sabio y soberano que creó al hombre a imagen y semejanza, ser espiritual y material (Génesis 2:7).
El hombre es un ser espiritual que tiene un origen divino, y al ser creado por Dios necesita comunicarse con su creador. Es un ser material, con atributos especiales dotado por Dios, lo que le da un valor especial con respecto a las otras creaturas.
Dios como providencia
“Y plantó Jehová Dios un jardín en Edén, en el Oriente, y puso allí al hombre que había formado. Jehová Dios hizo brotar de la tierra toda clase de árboles atractivos a la vista y buenos para comer; también en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. Un río salía de Edén para regar el jardín, y de allí se dividía en cuatro brazos” Génesis 2:8-14.
En el Huerto del Edén, Dios se presenta como la divina providencia conociendo que el hombre tenía la necesidad de casa, abrigo y techo. Dios se encargó de la provisión porque les dio árboles buenos para comer, les dio animales para proveerles alimento, abrigo.
Autoridad divina, responsabilidad humana
Dios como autoridad le da racionalidad al hombre, de igual forma le dio la habilidad de trabajar. “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre y lo puso en el jardín del Edén, para que lo cultivase y lo guardase” Génesis 1:31.
El trabajo es importante para sentirnos satisfechos, se nos dio la capacidad de administrar lo creado.
Dios de igual manera le da autoridad al hombre sobre lo creado por él, “Jehová Dios, pues, formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los trajo al hombre para ver como los llamaría…. El hombre puso nombres a todo el ganado, a las aves del cielo y a todos los animales del campo” (Génesis 2:19-20).
“Dar un nombre”, muestra la encomienda de una responsabilidad científica, dar nombres que describieran sus características, esto nos muestra la capacidad intelectual; se contradice así la teoría de antepasados torpes e incapaces, descendientes del mono.
Podemos notar a lo largo de la historia los hijos de Adán y Eva fueron dotados de capacidades, habilidades humanas, esto nos muestra que somos creados a imagen y semejanza de Dios, la misión que hemos recibido de parte de Dios es poblar la tierra y nuestro deber es cuidarla, embellecerla, enriquecer y desarrollarla.