La familia suele pasar por períodos de crisis de diferentes intensidades, llegando a el divorcio unos de ellos después de 2-3 años de matrimonio, mientras que otras permanecen casadas por muchos años. Y no es suerte, sino que una pareja feliz conoce una verdad sencilla: puedes hacer frente a todos los problemas en tu vida familiar.
Situaciones de conflicto
Existen varios motivos para que una relación se venga a pique, pueden ser infidelidades, celos, problemas económicos, sexuales, con sustancias o bebidas indebidas, exceso de trabajo, falta de atención, entre otros factores.
Todos influyen para desatar los problemas entre las parejas, en este caso lo mejor es buscar ayuda matrimonial mediante la psicología de pareja.
Las diferencias aparecen cuando en los 2 miembros existen dos motivaciones de carácter opuesto pero de igual intensidad. Dando base a los malos entendidos y causando la insatisfacción, frustración y debilitamiento y hasta pérdida de la pareja si no están bien resueltos.
Crisis matrimonial
La crisis es una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución .
Hay diferentes situaciones de crisis que pueden generar conflictos y reacciones entre las parejas, siendo muchas de ellas inesperadas, estructurales, desvalimiento y de desarrollo
Identificar la crisis a tiempo puede permitir superarla y evitar el divorcio.
Crisis Inesperadas
Nadie espera o que no quiere que le ocurran. Llegan casi siempre sin avisar y pueden afectar a todo el grupo familiar de manera instantánea. Algunas crisis inesperadas pueden ser:
- La muerte
- El nacimiento de un hijo discapacidad
- Una enfermedad grave
- Sufrir accidentes que ocasionan lecciones temporales o permanentes.
- Los desastres naturales que causan pérdidas materiales, de vivienda o aun de la vida
- Sufrir un asalto, violación o abuso sexual
- El embarazo de una hija adolescente o que un hijo adolescente embarace a una chica
- La infidelidad con consecuencias físicas
- Alcoholismo o farmacodependiente
- Infertilidad
- Desempleo
Crisis estructurales
Suelen tener un historial repetitivo en la persona o la familia; permanece con el tiempo y de vez en cuando hace una explosión.
Se le llama estructural porque de alguna forma la familia se organizado alrededor de la problemática de modo que permanecen ciertos comportamientos dañinos. Ejemplo de ello: alcoholismo, infidelidades recurrentes, violencia intrafamiliar.
Las personas solucionan temporalmente la situación, sin la posibilidad de hacer cambios radicales y llegan a acostumbrarse a vivir de cierta manera. Es por esto que estas son las crisis más difíciles de abordar y las que más tiempo le consumen a los consejeros pues la persona busca ayuda solo en el momento en que se desencadena la crisis.
Las victimas de maltratos suelen ser un ejemplo de ello, pasada la explosión de momento, las familias vuelven a sus rutinas y las cosas se dejan sin resolver y continúan así hasta que se desata otra crisis. En estos casos es muy importante que el consejero este consciente del tiempo y los recursos que tendrá qué movilizar para un cambio a largo plazo.
Es posible que solo se pueda brindar ayuda temporal y se necesite ayuda especializada para casos como abuso de sustancias, adicciones, violencia, infidelidad o trastornos de personalidad. El consejero deberá superar la ansiedad de la limitación que tiene para ayudar y la sensación de fracaso cuando no se logran cambios significativos.
Crisis de desvalimiento
Las vive una familia cuando uno o más miembros de la familia son disfuncionales o dependientes. La condición genera dependencia de uno o más cuidadores que deben ajustar sus vidas y horarios para poder atender a la persona que lo necesita.
Llegando a agotar los recursos materiales, espirituales o emocionales de las familias y estas requieren de ayuda externa para atender las necesidades de los miembros dependientes.
La persona que principalmente se encarga de cuidar al dependiente requiere de ser cuidado también.
Las personas o familias con demandas extras por crisis de desvalimiento, de alguna manera necesitan mucho más apoyo de la comunidad, y el desarrollo de una sensibilidad pastoral especial, de modo que se puedan movilizar los recursos de toda la comunidad para el apoyo a largo plazo.
Crisis del desarrollo
Son crisis normales o normativas que se dan a lo largo de todo el ciclo de la vida de las personas y las familias. Por lo tanto son crisis que deben ser esperadas y normales en la vida.
Se puede tener una mejor comprensión de ellas, ya que son universales y por lo tanto las familias pueden estar mejor informadas acerca de ellas y los cambios que conllevan, no para evitarlas sino para enfrentarlas de una mejor forma. Están ligadas a las etapas del ciclo vital de la familia.
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