La mayoría de los seres racionales considerarían el fin de la raza humana como una verdadera catástrofe. Pero hay quienes no sólo se alegran con esta idea, sino que buscan acelerar el día en el que esto ocurra.
Varios siglos antes de Cristo ya se podía ver una concepción dualista del ser humano en algunas corrientes filosóficas como la griega, donde el alma que anima el cuerpo era considerada de origen divino y eterna, más el cuerpo era concebido como una especie de cárcel del alma, y era tarea del ser humano liberar el alma por medio de ritos de purificación. Este evidente desprecio hacia el cuerpo, sienta las bases intelectuales y guía la visión antropológica del Transhumanismo.
Orígenes del Transhumanismo
Friedrich Nietzsche fue el primero en expresar en términos filosóficos esta necesidad de superación con el concepto de súper hombres. Al proclamar la muerte de Dios, Nietzsche nos pide ignorar las promesas de “vida eterna” ofrecidas por el cristianismo; según él, está en manos del súper hombre crear un nuevo sistema de valores que le permita alcanzar
objetivos superiores.
En términos lingüísticos el poeta italiano Dante Alighieri fue el primero en usar un término similar a transhumanismo; en su obra “Divina comedia” de inicios del siglo XIV Dante usa el verbo transhumanar que significa trascender la condición humana.
Desde una perspectiva científica, el primero en darle un significado conceptual al Transhumanismo es el biólogo evolucionista Británico Sir Julian Huxley, quien en 1957 aboga por la intervención directa del hombre en el proceso de evolución natural. Pero no es sino hasta los años 90 con el desarrollo de las tecnologías de información y comunicación, la expansión en el uso de internet y los avances en la ingeniería genética que el Transhumanismo comienza a consolidarse como una ideología más estructurada y elaborada.
Vida eterna a través de la ciencia, una verdadera quimera
Podemos considerar el Transhumanismo como una ideología que trata de distanciarnos cada vez más del Dios creador, pero también es un movimiento internacional, cultural e intelectual, que tiene como objetivo final transformar la condición humana mediante el desarrollo y fabricación de tecnologías ampliamente disponibles, que mejoren las capacidades humanas, tanto a nivel físico como intelectual.
En realidad existen varios libros que abordan el tema del Transhumanismo desde un punto de vista Bioético. Entre los autores que desarrollan el tema destaca Miklos Lukacs, quien tiene una Maestría en Ciencias Políticas, PUCP, Perú; y es Licenciado en Medicina Veterinaria además de ser profesor en la universidad de Manchester, Reino Unido. En su libro “La cuarta revolución industrial” Miklos sugiere que el ser humano encontrará la forma de trascenderse mediante el uso sistemático de la tecnología.
Los postulados presentados por esta corriente de pensamiento son tan débiles que pueden ser fácilmente rebatidos por cualquier persona que se haya dedicado a estudiar teología de una manera ordenada en alguna universidad cristiana o que al menos se haya dedicado a estudiar la biblia online, poniendo de manifiesto que el Transhumanismo solo persigue la destrucción del ser humano para convertirnos en una especie “mejorada”, ofreciéndonos la quimera de alcanzar la súper longevidad, la súper inteligencia y el súper bienestar; metas inalcanzables sino a través de la salvación del alma.
Los últimos avances científicos les permiten a los teóricos afianzar sus pretensiones de alargar la vida. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en un equipo de investigadores del CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas), que ha logrado el nacimiento de ratones con telómeros más largos de lo normal sin modificar su código genético. Estos roedores viven en promedio un 13% más y no sufren cáncer ni obesidad; parámetros que estimulan la promoción de esta ideología.
El Cyborg, otra de las formas que adopta el Transhumanismo
Un cyborg es un ser o criatura formado por materia orgánica y dispositivos tecnológicos (cibernéticos) que tienen por objetivo mejorar las capacidades de la parte orgánica. Algunos han llegado al extremo de creer que el futuro le pertenece a la inteligencia artificial y que la única vía que nos queda a los humanos para sobrevivir es acogerla y hacernos total o parcialmente artificiales.
El avance del Transhumanismo: ¿Cómo rebatirlo a través de los Estudios Teológicos?
En palabras de Rafael Monterde, del observatorio de bioética de la universidad de Valencia: “El progreso tecnológico necesita urgentemente del progreso moral para que la chispa de la razón no consuma la existencia del ser humano”. Afirmaciones que nos remontan a una gran verdad: Cada vez que el hombre intenta desafiar a la naturaleza los peligros son infinitos, y en este particular se está jugando con la destrucción propia de la especie.
El Transhumanismo convierte la tecnología en un tipo de Mesianismo, ya que acepta el poder absoluto de la tecnología como una fuerza trasformadora de la realidad. Su debilidad reside precisamente en la renuncia a la naturaleza humana; viéndolo como un paso necesario para superar “el error divino” y alcanzar una vida que no esté limitada por la condición del cuerpo físico. De esta forma, negándose a sí mismo, y a la potencialidad propia de su especie, los postulantes han quebrado el piso bajo sus pies.
Cualquier estudio bíblico sobre el origen de esta corriente de pensamiento evidenciará que está fundamentada en la mentira inoculada al inicio de la creación por un ser espiritual llamado Satanás, el cual se reveló contra su Creador incitando a los primeros seres humanos a desobedecer la orden de Dios de “no comer del árbol de la ciencia del
bien y del mal” diciéndoles:
¡No es cierto, no van a morir! Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se
les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal. Gen. 3:5.
A partir de allí la mentira ha sido el arma favorita del adversario de Dios, no en balde se le conoce como el “padre de la mentira” Jn 8:44, falseando las verdades absolutas de Dios a través de la historia para hacer que el ser humano continúe revelándose contra su Creador, llegando al punto de hacernos creer que somos un error que necesita ser corregido a través de la ciencia, y que a través de ella podremos alcanzar lo que solo Dios puede ofrecer: La Salvación y la Vida Eterna.
Héctor Colombo
Redactor Creativo de la “Fundación NotiCristo”
@NotiCristo
@HéctorJoséColomboSalguero
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