Cuando no nos deleitamos en leer las Escrituras…
Los hechos
Relativamente pocos estadounidenses, incluyendo cristianos, leen la Biblia con frecuencia. Esta es la manera de cambiar eso.
El contexto
Una ligera mayoría de estadounidenses está de acuerdo en que el mensaje de las Escrituras es particularmente útil, y el 54% dice que la Biblia contiene todo lo que una persona necesita para vivir una vida significativa. Pero menos de la mitad se molestan en leer la Biblia con regularidad, según un nuevo informe de la American Bible Society (Sociedad Bíblica de Estados Unidos) y el Grupo Barna.
Aproximadamente un tercio de los adultos estadounidenses (34%) lee la Biblia una vez a la semana o más, mientras que la mitad (50%) lee la Biblia menos de dos veces al año (incluyendo a los que nunca la leen). Entre estos dos extremos, la investigación muestra que aproximadamente uno de cada seis adultos lee la Biblia más de dos veces al año, pero no semanalmente. La combinación de todas estas categorías revela que aproximadamente uno de cada seis adultos estadounidenses (16%) lee la Biblia la mayoría de los días durante la semana, en comparación con un 12% en 2020.
Casi dos de cada tres estadounidenses (63%) informan que su uso de la Biblia es el mismo que el año anterior, mientras que uno de cada diez (9%) dice que ha disminuido. Sin embargo, uno de cada cuatro adultos estadounidenses (24%) reporta un hábito de lectura de la Biblia más frecuente.
La investigación The State of the Bible (El estado de la Biblia) define a los “usuarios de la Biblia” como personas que leen, escuchan u oran con la Biblia de manera independiente al menos tres o cuatro veces al año, fuera del contexto de un servicio o evento de la iglesia.
¿Quiénes son estos usuarios de la Biblia? No todos son cristianos; el 37% de los que se identifican con otras religiones también leen la Biblia al menos tres o cuatro veces al año. Estas personas tienden a ser mayores (los boomers tienen el doble de probabilidades que la Generación Z de ser usuarios de la Biblia). Son étnicamente diversos, pero también es más probable que vivan en los estados del sur.
Qué hacer
Sobre la revelación de Dios, el profeta Jeremías dijo: “Cuando se presentaban Tus palabras, yo las comía; Tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón, porque se me llamaba por Tu nombre, oh Señor, Dios de los ejércitos” (Jr 15:16). ¿Podemos decir, como Jeremías, que la Palabra de Dios es “el gozo y la alegría de mi corazón”? ¿Leer las Escrituras se ha vuelto más una carga que un gozo? Aproximadamente uno de cada diez estadounidenses (11%) dice que le cuesta sentirse entusiasmado sobre usar la Biblia. Podemos consolarnos sabiendo que nosotros somos el problema.
Puede que eso no suene alentador, pero hay una razón por la que podemos estar agradecidos de que la culpa sea nuestra: podemos hacer algo al respecto. Si eres uno de los millones de usuarios de la Biblia que está cayendo en el extremo inferior de la escala de uso (o has caído por completo), hay algunas cosas que puedes hacer para recuperar el hábito de involucrarte con las Escrituras.
Lee más / lee menos
A veces perdemos nuestro deleite cuando tratamos de engullir la Biblia en grandes trozos. Esto puede ocurrir cuando intentamos leer varios capítulos cada día. Si esta es tu situación, reduce las porciones y concéntrate en leer un solo capítulo o en meditar en algunos versículos.
Otras veces, y esto es más común, perdemos nuestro deleite porque estamos tomando pequeños bocados de las Escrituras (un capítulo o menos al día). Concéntrate en un estudio más amplio de la Biblia y luego lee secciones más largas para encontrar el alimento que necesitas.
Busca ayuda / hazlo solo
Nunca antes ha habido un momento en la historia en el que los creyentes hayan tenido tanto acceso a recursos para el estudio de la Biblia. Hay miles de manuales y comentarios bíblicos profundos y sabios, y diez veces más artículos, videos, podcasts y sermones útiles. Estos recursos pueden ser tanto una bendición como una maldición.
Si encuentras que tu deleite ha disminuido debido a la falta de comprensión de las Escrituras, busca ayuda en estos recursos. Pero si descubres que pasas más tiempo leyendo sobre la Biblia que leyendo la Biblia misma, puede ser el momento de confiar menos en esas herramientas útiles y centrar tu atención directamente en la Palabra de Dios.
Ora y comienza de nuevo
La razón más común por la que perdemos el deleite de nuestro corazón al leer las Escrituras es que hemos dejado completamente de leer las Escrituras. Nos hemos dicho a nosotros mismos que no disfrutamos leer la Biblia. Cuanto más tiempo pasamos sin leer, más perdemos nuestro deleite, ya que es difícil ver y apreciar la belleza cuando tenemos los ojos cerrados. Abre tu corazón pidiéndole a Dios que te dé un deseo por su Palabra. Luego comienza a leerla de nuevo.
Este artículo fue escrito por Joe Carter, y fue publicado originalmente en Coalición por el Evangelio. Para más artículos y contenidos como este, visita www.