Cuando se trata de exponer la Biblia de cara a los cristianos en el proceso constante del discipulado, necesitamos exponer con claridad principios bíblicos universales transformativos que realmente emerjan del texto y no de nuestra imaginación impuesta al texto.
Los textos narrativos ocupan en la Biblia en general alrededor del 40 %; de hecho, es el género literario más extenso de toda la Sagrada Escritura seguido por la Poesía Hebrea que ocupa un espacio del 30 % del texto sagrado.
Interpretar los Textos Narrativos, resulta una tarea compleja de por sí. Y de hecho, extraer principios bíblicos transformativos es otra tarea titánica con este tipo de género literario.
Para lograr con éxito esta ardua tarea de extraer principios bíblicos, podemos seguir los siguientes criterios hermenéuticos o de interpretación bíblica.
Examinar la Macro Literatura
Las composiciones bíblicas en general, indistintamente del género literario, constan de dos niveles de literatura. El primer lugar, la Macro Literatura, la cual concierne a la visión panorámica del texto bíblico, sea narrativo, poesía, argumentación, profecía, entre otros, como un producto final. En segundo lugar, la Micro literatura, la cual se suscribe a los textos como unidad literaria integrados por eventos, episodios de los eventos, propios de los textos narrativos, párrafos en los textos de argumentación o estrofas en el caso de la poesía hebrea.
En esta ocasión nos concentraremos en la Macro Literatura de los textos narrativos con la finalidad de extraer los principios bíblicos que subyacen en los eventos seleccionados por el autor narrativo. Estos aspectos de la Macro Literatura a considerar son básicamente dos. El primero, determinar la línea editorial del autor. El segundo, el aporte del libro narrativo a la historia de la redención.
Determinar la Línea editorial del Autor
Lo primero que es preciso hacer es determinar la línea editorial del autor del libro donde se encuentra el evento sujeto a estudio exegético. Dentro de esta línea editorial del autor encontramos el propósito literario de todo el libro, entre otros hallazgos importantes. Podemos utilizar textos bibliográficos que ofrezcan aspectos introductorios acerca de los libros de la Biblia, como por ejemplo, Una Introducción al Antiguo Testamento por Edward J. Young, así como también, Introducción al Nuevo Testamento por Everett Harrison. También podemos nosotros mismos realizar nuestro propio estudio de estos aspectos introductorios del libro y determinar la línea editorial del autor.
Conocer los elementos que el autor tomó en consideración para la elaboración de su composición literaria y, sobre todo, entender su propósito, es clave a la hora de extraer principios bíblicos universales fieles a Dios como protagonista de las narrativas y a la intención literaria 0 propósito del autor inspirado por Dios. En este estudio del Entorno Subyacente al Texto, podemos considerar las formas del leguaje, técnicas literarias empleadas por el autor que sean reiterada en la composición literaria, conocer la teología antecedente mediante el estudio de las fuentes empleadas por el autor en su composición literaria y ver rasgos teológicos trascendentales en la obra literaria, así como también, el argumento del autor mediante el cual logra plasmar su propósito literario.
Los autores narrativos en la Biblia escriben narraciones que son de la más absoluta y libre selección de cada autor bíblico de acuerdo a su propósito literario definido en su línea editorial. El autor bíblico no cuenta todo lo que ocurrió, ya que su interés no es realizar una cronología de los hechos, sino presentar una verdad la cual se encuentra subyacente en su composición literaria, sustentada por la selección de sus relatos acerca de la historia.
Por ejemplo, cuando usted lee el libro de los Hechos de los Apóstoles, observa que no se cuenta mucho acerca de la presencia del evangelio entre los judíos, salvo los primeros capítulos. Desde el capítulo 7, Lucas comienza a ser selectivo de relatos que apoyan la penetración del evangelio entre la comunidad gentil hasta cuando finaliza su narrativa estando Pablo preso en Roma en una casa alquilada enseñando acerca de Jesús y el reino de Dios sin impedimento (Hch. 7-28.30, 31).
¿Qué ocurrió? ¿Por qué no registró más acerca del ministerio de Pedro entre los judíos? ¿No ocurrió más nada con Pedro y los otros once apóstoles en el Siglo I después de Hechos 11.1-18? ¡Por supuesto que ocurrió, y mucho! Pero, no le era útil para su propósito literario, el cual era Demostrar el avance de la Palabra de Dios por medio de la iglesia que se gestó en la esfera del judaísmo, pero migró hacia un fenómeno universal al penetrar en las comunidades gentiles, todo esto bajo el poder del Espíritu (Hch. 1.8), en medio de una severa oposición religiosa y política. El autor bíblico narrativo no solo nos cuenta una historia. Él tiene una intención de lo cual quiere persuadirnos y convencernos.
Cuando determinamos esta intención o propósito literario por parte del autor narrativo como eje central de su línea editorial, estamos preparados para escarbar los principios bíblicos que subyacen a los eventos seleccionados para su narrativa.
Determinar el aporte del libro a la Historia de la Redención
En segundo lugar, es indispensable para extraer principios bíblicos determinar cuál es el aporte del libro donde se encuentra el evento sujeto a estudio exegético a la historia de la redención (la meta-narrativa bíblica). Por un lado, es preciso conocer bien la Historia de Dios con su Creación. Por otro lado, la Biblia misma como texto la podríamos tipificar como una gran narrativa, pese a que tiene varios géneros literarios en sí misma.
Al igual que un evento narrativo tiene una trama, la Biblia tiene su propia Mega Trama. La Fase de INICIO: Génesis 1-11; La Fase de DESARROLLO: Génesis 12-Malaquías 4; La Fase de CLÍMAX: Las versiones del Evangelio; La Fase de RESOLUCIÓN: Hechos, Epístolas y Apocalipsis.
Cuando pensamos en cualquier libro de la Biblia, inmediatamente podemos ubicarlo dentro de la Fase respectiva de la Mega Trama de la Biblia al que pertenece. Cada libro de la Biblia, como bien sabemos, registra parte de un periodo histórico de la Biblia. Por ejemplo, Esdras, Esther, Nehemías, Hageo, Zacarías, Malaquías, registran como corpus literario el periodo histórico post exílico. Este periodo histórico corresponde la parte final de la Fase de DESARROLLO de la Mega Trama de la Biblia que abarca 7 periodos históricos desde Génesis 12 hasta Malaquías 4.
Esto nos va ayudar de ipso facto a reconocer cuál es el aporte de cualquier libro a la historia de la redención que está plasmada a lo largo de toda esta Mega Trama de la Biblia. Esto es determinante a la hora de extraer principios bíblicos, porque es indispensable que todo tenga coherencia a la hora del quehacer exegético: el evento dentro del libro, el libro dentro de la historia de la redención. Si tenemos debidamente esto determinado, nos facilitará el arte y ciencia de extraer los principios bíblicos universales, ya que tenemos claro este filtro hermenéutico y exegético del aporte del libro narrativo a la historia de la redención.
Con lo dicho hasta aquí, cubrimos la consideración de la Macro Literatura para la extracción de los principios bíblicos que se encuentran inmersos en los eventos seleccionados por los autores narrativos en sus composiciones literarias.
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Este artículo fue escrito por:
Jorge Eliécer Navarrete G.
Profesor de Ciencias Teológicas y estudiante del programa de Doctorado en Teología de UCL
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