Los vínculos con la Meta-Narrativa
Los textos narrativos resultan complejos para ser interpretados. Usualmente, son empleados abordajes hermenéuticos que nos resultan en sesgos teológicos con consecuencia serias desde el punto de vista de la distorsión de la vida de fe de los cristianos que son la audiencia de nuestras enseñanzas en los textos narrativos dentro del proceso de discipulado permanente.
Por otra parte, muchas veces son ignorados aspectos trascendentales en la meta-narrativa (vínculo del texto narrativo con la Historia de la Redención) que subyacen a los textos narrativos, perdiendo así una gran riqueza teológica transformativa.
En esta oportunidad he tomado como ejemplo del vínculo de un texto narrativo con la historia de la redención a Nehemías. Deseo compartir algunos hallazgos al respecto.
El libro Nehemías: el punto de partida de las 70 Semanas de Daniel
Desde la perspectiva hermenéutica para fines exegéticos y teológicos, es imprescindible relacionar los distintos corpus literarios de un periodo histórico, a fin de hacer cruces que nos permitan ver los vasos literarios comunicantes entre estas composiciones literarias y extraer mejores contenidos.
Para efectos de la interpretación bíblica del libro de Nehemías, un primer hallazgo encontrado es que este libro es de carácter trascendental en la historia de la redención, porque su narrativa nos da cuenta acerca de la fecha cuando se dio inicio al contaje de las 70 semanas de Daniel.
En Daniel 9 leemos lo siguiente: “24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. 25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos”, Dn. 9.24, 24, RV60.
Indistintamente de la perspectiva teológica que se tenga acerca de las 70 semanas de Daniel, esto es especialmente importante para determinar con gran certeza que Jesús de Nazaret es realmente el Mesías anunciado y esperado. Tenemos aquí un fundamento muy sólido de nuestra fe y, en consecuencia, para desarrollar un ministerio de anuncio de Jesús y su reino con gran confianza y certeza.
Existen tres fechas importantes para considerar. La primera, el 536 a.C. cuando Ciro, rey Medo-Persa, da la orden para la reconstrucción del Templo (cf. 2 Cr. 36. 22, 23; Esd. 1.1-4). Otra fecha es el 457 a.C. que precisa el regreso de Esdras a Jerusalén (cf. Esd. 7.-8.36). Ninguna de las fechas anteriores corresponde a la orden de la restauración y edificación de Jerusalén. Ambas están relacionadas con el Templo y la reanudación del culto. La fecha clave es la del año 447 a.C. cuando Nehemías va Jerusalén a cumplir su misión de restauración del muro de la ciudad. Esto tiene una trascendencia única y exclusiva en la interpretación bíblica de la Historia de la Redención (meta-narrativa).
La Interpretación Bíblica y su impacto transformativo en Nehemías
Un segundo hallazgo es que el oficio de la hermenéutica y exégesis tiene gran valor dentro de la Teología de Nehemías. Como sabemos, la Ley de Moisés tiene un papel preponderante en la narrativa de Nehemías para la interpretación bíblica desde el principio del libro (1. 8, 9) hasta el final del mismo (13.1ss; cf. 8.1-6). Ahora bien, el punto de interés es el hecho que cuando Esdras leyó el libro de la Ley, los levitas hicieron una interpretación bíblica para poner sentido comprensivo de lo leído al pueblo (cf. 8.7-9), lo cual trajo como resultado una secuencia transformativa:
a) Se compungieron (8.9b)
b) Confesaron los pecados de sus padres y los suyos propios (9.6-37)
c) Hicieron pacto de cumplimiento de la Ley de Moisés (9.38-10.39).
Esto me parece especialmente pedagógico para la iglesia de todos los tiempos. La interpretación bíblica no es una tarea fácil por múltiples razones. Y es aquí donde entramos en escena aquellos a quienes Dios ha llamado de entre sus hijos y él ha capacitado con dones de Espíritu para ayudar a los discípulos a poner sentido comprensivo a las Escrituras mediante el proceso de interpretación bíblica. El ministerio de interpretación bíblica (hermenéutica, exégesis y exposición bíblica) lejos de ser un acto de gimnasia teológica, tiene como propósito generar transformación en nosotros los seguidores de Jesús y capacitarnos para toda buena obra una vez comprendida la Escritura (cf. 2 Tim. 3.16, 17).
Ciclo Redentor en Nehemías y la Meta-Narrativa
En la interpretación bíblica de textos narrativos es necesario ver si existen ciclos redentores prospectivos. En este sentido, un tercer hallazgo en la narrativa de Nehemías, especialmente en el evento de la confesión de los pecados de los padres de Israel y los de ellos mismos en su momento histórico, capítulo 9, podemos observar un vínculo muy estrecho con la gran meta-narrativa de la Biblia. Un ciclo redentor prospectivo nos salta a la vista el cual encuentra fiel correspondencia en el Nuevo Testamento. Observemos.
- Cautiverio (egipcio, babilónico)
- Libertad/libertador (Moisés, Ciro, Darío, Artajerjes)
- Instrucción (la Ley, Moisés, Esdras, Nehemías)
- Santida
- Expectativa Mesiánica (Abraham, Isaac, Jacob, Judá, David, El Mesías)
- En medio de este ciclo, siempre presente la voz de Dios por medio de los profetas.
Veamos cómo este ciclo encuentra correspondencia en el Nuevo Testamento.
- Cautividad en el pecado
- Libertad en Cristo o libertador.
- Instrucción (Todo el NT, en especial, las epístolas)
- Santidad en Cristo
- Expectativa en la segunda venida de Cristo
- En medio de este ciclo, siempre está presente la voz de Dios por medio de la iglesia.
La carta de Pablo a los Efesios nos puede servir de muestra concentrada de este ciclo redentor:
- La Cautividad del pecado (Ef. 2.1-3)
- La Salvación/Libertad en Cristo (Ef. 2.4-10)
- La Instrucción por la Palabra (Ef. 4.21, 24; cf. 1.13 “La Palabra de verdad”
- La Santidad (Ef. 4.1-6.9, la manera de andar en Cristo)
- La Expectativa de la Segunda Venida de Cristo (Ef. 1.13, 14; 1. 18; 4.30 “El día de la Redención”)
- Y en el medio, LA VOZ PROFÉTICA DE LA IGLESIA (Ef. 4.11; 5.8-14)
Conclusión
A modo de conclusión, podemos decir que es imprescindible, desde el punto de vista de la Interpretación bíblica, hacer el esfuerzo de encontrar vínculos entre los textos narrativos (o cualquier otro género literario presente en la Biblia) con la gran meta-narrativa de la Biblia. Para ello, es preciso conocer muy bien, en primer lugar, la perspectiva bíblica de la Historia de la Redención; y en segundo lugar, ser un lector acucioso del texto bíblico en la búsqueda de pistas exegéticas que nos conduzcan a encontrar hallazgos en este orden de ideas.
La fecha de inicio de la reconstrucción de los muros de Jerusalén (447 a.C. aprox.), la perspectiva transformativa de las Escrituras (la Palabra de Dios es el eje alrededor del cual gira la historia de la redención) y el ciclo redentor prospectivo encontrado en Nehemías 9, nos sirven de ejemplo para despertar nuestros sentidos e intuición exegética en materia de la interpretación bíblica y la meta-narrativa.
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Este artículo fue escrito por:
Jorge Eliécer Navarrete G.
Profesor de Ciencias Teológicas y estudiante del programa de Doctorado en Teología de UCL