Sugiero que usted pueda leer cada nota explicativa de este artículo, así como las citas bíblicas de los cuadros anexos. Será de gran utilidad para la mayor comprensión de su contenido.
Introducción
El lenguaje es dinámico y con relieve. En otras palabras, no es estático ni plano. Constantemente está en transformación por distintos factores, en especial, el factor contextual cultural durante un periodo de tiempo específico y región determinada. Una palabra en una región geográfica puede tener determinado significado y, al mismo tiempo, en otro sector geográfico, significar algo muy diferente (Sincronismo). Adicionalmente, una palabra en un mismo sector geográfico pudiera cambiar su significado en el devenir del tiempo (Diacronismo).
Por otra parte, existe lo que se conoce como “dominio semántico”, lo cual trata de un conjunto de palabra asociadas a un mismo objeto, persona, cosa, lugar o un concepto particular. Por ejemplo, carro, automóvil, vehículo auto motor, cacharrito, coche, son un dominio semántico referido a un mismo objeto, aunque existe una leve diferencia entre los diferentes términos. ¿De qué depende el uso de determinada palabra para referirse a un objeto específico cuando hay tantas opciones? Del contexto en un sentido amplio, sin duda alguna, el cual pesa en el hablante o escritor.
Ahora bien, si queremos referirnos a un concepto particular, por ejemplo, el transporte, los términos se amplían: autobús, barco, lancha, avión, aeroplano, tren, bicicleta, moto, bici moto, patines, carro, patineta, carreta, caballo, burro, entre otros.
Esta realidad acerca del lenguaje nos hace caer en la cuenta de que no podemos asumir los significados de las palabras a ultranza, estimando que siempre tendrán el mismo significado en cualquier época, región geográfica o contexto en términos amplios.
¿Qué con Respecto al Estudio de Palabras de la Biblia?
Cuando se trata del estudio de la Biblia, las palabras que construyen oraciones y contenidos transformativos, necesariamente deben ser tratadas desde una perspectiva sincrónica, es decir, desde un periodo de tiempo y región geográfica particular y dentro del rango literario que registra ese tiempo histórico asentado en la Biblia. Esto conduce a un estudio contextual de las palabras, desde la perspectiva histórica y literaria, lo cual es la manera más acertada de realizar estudios léxicos con fines exegéticos y teológicos.
Por otro lado, en este proceso de estudios léxicos con fines exegéticos y teológicos, las palabras de la Biblia deben ser estudiadas desde el dominio semántico al cual pertenecen (esto es un contexto sociocultural fundamental), de modo que podamos entender por qué el autor utilizó de preferencia una palabra en lugar de otra.
Hacia el Estudio Léxico Contextual
Para realizar estudios léxicos con fines exegéticos y teológicos de forma exitosa, lo primero que necesitamos es tener claro los diferentes periodos históricos registrados en la Biblia con su respectivo rango o corpus literario. Veamos el siguiente cuadro.
Este cuadro contiene cada uno de los periodos históricos presentes en el contexto del Antiguo Testamento con sus respectivas fechas, rango literario que los registra, los personajes más prominentes de cada periodo histórico, los eventos más sobresalientes en cada periodo y las naciones vecinas a Israel y Judá con las que el pueblo de Dios interactuó en cada periodo también.
Foco Sincrónico
¿Cómo nos ayuda este cuadro sinóptico? Mucho y muy sencillo. Si deseamos realizar, por ejemplo, el estudio léxico con fines exegéticos y teológicos de la palabra “buscar”, cuya connotación está asociada a orar, adorar a Dios, “la búsqueda de Dios” en el periodo histórico Post-Exílico o Restauración y su respectivo corpus literario, nos ubicamos en este periodo (536 a.C. a 447 a.C.) con foco en la literatura post-exílica (Crónicas, Esdras, Nehemías, Esther, Hageo, Zacarías, Malaquías, Daniel 9).
Por otra parte, este cuadro nos ayuda a realizar estudios exegéticos y teológicos de cualquier tópico con foco sincrónico y diacrónico[i] como procedimientos de la Teología Bíblica.
Uso de Herramientas Técnicas. Una vez ubicados, tanto en el periodo histórico como en el rango literario correspondiente, es preciso echar mano de herramientas técnicas que nos ayuden a realizar nuestro estudio del dominio semántico de la palabra “buscar”, en el periodo Post-Exílico. Yo sugiero y recomiendo ampliamente el software TheWord, diseñado por el erudito bíblico Alfred Tuggy (http://www.theword.net).
Estructura de Análisis: Significado Polisémico. Lo primero es considerar el significado polisémico que nos ofrecer el código Strong para las palabras en el Antiguo Testamento relacionadas al dominio semántico de la palabra “buscar”. Este significado polisémico es abstracto aunque múltiple; es decir, un significado fuera de contexto literario e histórico. Veamos el siguiente cuadro.
Como puedes observar en el cuadro, he colocado todas las ocurrencia para cada palabra del dominio semántico de “buscar” tanto en el AT como en la literatura post-exílica, para realizar la relación porcentual, la cual nos arroja datos exegéticos importantes en nuestro estudio. Pero note que el significado de cada palabra tiene muchas acepciones, de allí el nombre polisémico, el cual, por estar fuera de contexto histórico y literario, su significado es abstracto.
Estructura de Análisis: Significado Concreto o Contextual. Lo segundo que necesitamos hacer es ubicar el significado concreto o contextual siguiendo las ocurrencias de las palabras en la literatura post-exílica (toda esta información se la ofrece el software TheWord; te sugiero veas el video recomendado en la nota 1 al pie de página). Veamos los siguientes cuadros.
En los cuadros anteriores, observamos que el dominio semántico de la palabra “buscar” de forma contextual varía de significado como verbo cuando es utilizado con los sustantivos propios אֱלֹהִים, יְהוָֹה (Jehová y Elohim), con respecto a otros sustantivos.
El contexto literario en este caso, donde se encuentran cada una de estas palabras que forman parte del dominio semántico de “buscar”, es lo que determina su significado. Es imprescindible evitar insertar el significado polisémico donde no cabe y tergiversar así la intención del autor. (Kautzmann, 2007).
Estructura de Análisis: Observaciones analíticas. Luego de haber realizado un seguimiento acucioso a las ocurrencias de las diferentes palabras del dominio semántico de “buscar” en la literatura post-exílica, lo que sigue es realizar observaciones analíticas con fines exegéticos y teológicos2.
Estructura de Análisis: Implicaciones exegéticas. Finalmente, después que hemos realizado todo este proceso de análisis, el exégeta y teólogo realiza los comentarios que le dan sentido a los textos bíblicos que está estudiando para su provecho personal y el de los discípulos a los cuales les expondrá las conclusiones y hallazgos exegéticos con fines transformativos en una presentación sencilla bañada del poder del Espíritu de Dios3.
Foco Diacrónico
Esta fase del estudio léxico con fines exegéticos y teológicos es especialmente útil para determinar si ha habido cambios o no en el significado y uso de las palabras en el tiempo. Básicamente, se trata de la movilización de periodo histórico y su respectivo rango literario. Cuando nos movilizamos y nos estacionamos en otro periodo histórico, hacemos exactamente la misma estructura de análisis sincrónica descrita en este artículo. Esto le permitirá realizar comparaciones importantes y verá datos que le serán muy útiles para la exégesis y el quehacer teológico.
Conclusión
Existe gran provecho exegético y teológico en el procedimiento de la estructura de análisis de palabras desde la perspectiva sincrónica. El significado de los vocablos no es plano ni estático. Existen variables que influyen en los cambios semánticos al realizar estudios sincrónicos y diacrónicos del significado de las palabras.
De igual forma, es preciso estudiar las palabras de la Biblia con fines exegéticos y teológicos desde los dominios semánticos a los cuales pertenecen, de tal manera que podamos discernir por qué el autor prefirió utilizar una palabra en particular en lugar de otras. En este sentido, pesa de manera importante el contexto histórico del entorno del autor y el de su audiencia primigenia como lo explico en el punto N° 8 de la nota explicativa N° 2.
Necesitamos formarnos es esta estructura de análisis sincrónico y desde el dominio semántico de las palabras a fin de poder presentar hallazgos transformativos a los discípulos que Dios ha puesto en nuestro haber ministerial para ser formados.
Como suelo decir, mejores procedimientos hermenéuticos y exegéticos, garantizan mejores contenidos teológicos transformativos.
En la Universidad Cristiana Logos podrás encontrar las herramientas académicas para desarrollar la habilidad de la interpretación sana de la Biblia. Anímate a ser parte de nosotros.
Este artículo fue escrito por:
Jorge Eliécer Navarrete G.
Profesor de Ciencias Teológicas y estudiante del programa de Doctorado en Teología de UCL
Notas Explicativas
[i] Un libro que sirve de ejemplo para este tipo de estudio de Teología Bíblica basado en Sincronismo y Diacronismo lo pueden encontrar en https://www.amazon.com/-/es/Jorge-Navarrete-Grau-ebook/dp/B01HJAL728/ref=sr_1_2?qid=1638541385&refinements=p_27%3AJorge+Eliecer+Navarrete+Grau&s=books&sr=1-2
1 Si desea aprender cómo utilizar esta excelente herramienta, te sugiero veas el siguiente video https://www.youtube.com/watch?v=l8iYqRUzlJY realizado por este servidor.
2 En el ejemplo que hemos tomado podemos señalar:
- Los autores post-exílicos tenían al menos cuatro palabras disponibles para el dominio semántico “buscar”.
- Las cuatro palabras cuando están relacionadas con los sustantivos Jehová, Dios u otro sustantivo propio referido a personas o dioses, tienen significados sinónimos: consultar, pedir, orar, buscar, implorar. Al parecer, cualquier tipo de solicitud a Dios, podía ser suplida con cualquiera de estas cuatro palabras.
- Los escritores post-exílicos prefieren en primera instancia utilizar la palabra דָּרַשׁ (darásh) para referirse a alguien que se dirige a Dios (43 veces utilizada, lo cual representa el 30% del total de las ocurrencias en el AT).
- En segunda instancia, los escritores post-exílicos prefieren utilizar שָׁאַל (shaál) para referirse a alguien que se dirige a Dios (11 veces utilizada, lo que representa el 8% del total de las ocurrencias en el AT. No obstante, se puede apreciar una diferencia sustancial con respecto a דָּרַשׁ (darásh). El verbo menos preferido es חָקַר (Chaqár), tan solo dos ocurrencias en la literatura post-exílica, y esto, solamente por el escritor de Crónicas.
- Cuando los autores post-exílicos utilizan estas cuatro palabras asociadas a otros sustantivos comunes en cláusulas principales o subordinadas con conjunciones o pronombres relativos, los significados cambian significativamente en todos los casos.
- Observamos que con estas cuatro palabras se cumplen los principios léxicos de la lingüística como lo es la polisemia (sentido abstracto) y el significado específico en un contexto específico (sentido concreto). Cada una de estas palabras cobra un significado en relación a la cláusula donde se encuentran; es el contexto de la cláusula, el párrafo y el texto o sección, lo que le da el significado específico.
- Con respecto a la palabra חָלָה (Chaláh), solo utilizada 9 veces por los autores post-exílicos, Zacarías parece utilizarla tipo “etiqueta” para referirse a una búsqueda agónica respecto a Dios (implorar).
- Es difícil determinar a ciencia cierta por qué un autor post-exílico, en este caso del estudio léxico sincrónico y desde el dominio semántico de la palabra “buscar” prefirió una palabra en lugar de otra. Tal vez se trate de estilos literarios sujeto a varios factores. Por ejemplo, es evidente que el escritor de Crónicas prefirió utilizar דָּרַשׁ (darásh, 38 veces) en lugar de las otras tres palabras. Es posible que se identificara literariamente con esta palabra por alguna influencia del momento histórico, que se pudiese determinar con exactitud tal influencia mediante un estudio filológico de ese momento seleccionado. Tome en cuenta que el autor de Crónicas le está escribiendo a los judíos que salieron de la cautividad babilónica acerca de la historia de Israel durante la monarquía (1095-931 a.C.) y el reino dividido (931-586 a.C.). Existía, por un lado, gran desconocimiento de esos hechos y, a la vez, un deseo ferviente de agradar a Dios para evitar repetir los mismos errores de sus padres en el pasado (cf. Nehemías 8-10). La palabra דָּרַשׁ (darásh) recoge ese espíritu de búsqueda abnegada. Otra razón podría ser el nivel de léxico (cultura lingüística, versatilidad léxica) de los autores. Por ejemplo, חָקַר (Chaqár) es solo utilizado por el autor de Crónicas. Es posible que el resto de los autores no conocieran tal palabra. Es como el caso de Pablo en el NT quien solamente utilizó la palabra ἀνακεφαλαιώσασθαι (G346 ἀνακεφαλαίομαι) y esto, una sola vez en Efesios 1:10. Es posible también que se trate de algún énfasis teológico de los autores post-exílicos; o, simplemente, preferencias personales. Por último, es el autor del texto sagrado siendo insuflado por el Espíritu de Dios.
3 Por razones de espacio en este artículo, no puedo realizar esta parte de la estructura de análisis. Sin embargo, con los datos aportados, usted puede perfectamente hacerlo para su provecho personal y ministerial.