La fascinante aventura del estudio

La fascinante aventura del estudio

Apreciado estudiante:

Yo también quiero decirte algo para ayudarte a leer y estudiar, y es que se nota en tus respuestas que no lees lo suficiente el texto bíblico del estudio como para sacar de allí la lección que queremos que aprendas. Tampoco lees bastante los comentarios del cuaderno de lecciones, ni las preguntas para entenderlas… ¡Esto debes hacerlo en todos los estudios que hagas, sean bíblicos y de otra clase!

¿Por qué? ¿Cuál es tu problema? ¿Quieres hacer las cosas deprisa? ¿O quieres aprender sin leer? En esto no hay magia que valga, es cuestión de esfuerzo y tienes que dedicarle tiempo. ¿No sabes que todas las cosas buenas tienen su trabajo? O tal vez eres torpe como yo, y las cosas «no se te quedan en la cabeza» con una vez que las lees. Pues entonces tenemos que leerlas dos veces, o tres. Luego repasarlas en nuestro pensamiento con preguntas como: ¿Qué he leído? ¿Qué dice el pasaje? ¿Qué me enseña? ¿Qué relación tiene con la pregunta? etc. Este ejercicio mental se llama: Reflexionar. (A la vuelta tienes más temas para ayudarte en la reflexión).

Reflexionar es una disciplina que se consigue con la práctica y la perseverancia, y si mil veces te desanimas, mil veces y una más tienes que volver a empezar ¡no puedes rendirte! No aceptes el pensamiento de que “yo no valgo para eso” “otros son más listos, pero yo no”. Mira, esos son pensamientos “derrotistas” que si los aceptas te harán inútil para cualquier cosa. Pide a Dios fuerzas y sabiduría, El te la dará, pero también trabaja y esfuérzate.

Lee el tema que tienes que estudiar, después, cerrando el libro trata  de recordar lo que has leído contándotelo a ti mismo, después vuelves a leerlo y notarás las cosas que has olvidado, luego vuelves a repasarlo de memoria y verás como vas recordando más detalles. Si es un estudio en el evangelio, piensa qué lecciones tiene lo que estás estudiando, qué es lo que te enseña para tu vida, y qué cambios debes hacer en tu manera de vivir. Recuerda de memoria los nombres de las personas que entran en la historia o pasaje y también los nombres de lugares, ríos, montes, mares, etc.  Estos consejos son para cualquier tipo de estudio que hagas, tanto Bíblicos, como en el colegio o instituto. En cualquier cosa que hagas si no pones este interés, ese cuidado, cierta disciplina, no aprenderás como debes hacerlo.

Haz en cualquier papel que luego tiras a la basura, un resumen escrito de lo que has leído. Y también por escrito, expresa la idea que te ha quedado del tema que estás estudiando, no tengas miedo de no saber qué poner y atrévete. ¡Te sorprenderá cómo aprendes de esta manera!

Cuando estudies tienes que «entrar en ello», vivirlo como una aventura emocionante, conocer los detalles, descubrirlos, como si fueras un policía, un detective. Es un trabajo de investigación, como si fueras un científico en busca de la vida, del por qué de las cosas.

Aprovecha las ocasiones en que andas de un lugar a otro para repasar mentalmente cualquier tema de estudio, hazlo también en la cama antes de dormirte.

 

Referencias Bibliográficas

  1. Feliciano Briones Cursos Bíblicos Apartados 2.459 28080 MADRID
  2. correo: cursosbiblicos2000@yahoo.es
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