By A través de la Biblia vemos que Dios habla a personas por medio de los sueños. En el libro del Génesis (capítulos 37 al final) vemos a José el hijo de Jacob que tiene algunos sueños e interpreta otros del Faraón, en estos sueños Dios habla de cosas que van a suceder, acontecimientos futuros. Vemos en el libro de Job 33:14-18, que Dios habla al hombre en sueños para apartarle de su camino equivocado. Salomón también tiene un sueño en el que Dios le habla, y le invita a pedir algo que El le concedería. Daniel también interpreta los sueños de Nabucodonosor, que como los del Faraón prevén sucesos futuros. Luego tenemos a José, el esposo de María a quien Dios habla por sueños para corregirle y orientarle. También Dios habló a los magos de oriente para advertirles de las intenciones de Herodes.
El profeta Joel había dicho, respecto al Nuevo Pacto:
«Y en los postreros días, dice Dios. Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne. Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán. Vuestros jóvenes verán visiones. Y vuestros ancianos soñarán sueños» Joel 2:28-32 y Hechos 2:17
Esta es la manera y el mensaje que Dios da a través de los sueños, nunca vemos en la Palabra de Dios que El comisione o envíe a alguien para un ministerio o una misión por medio de los sueños. ¡No es la manera que Dios hace estas cosas! Además, como vemos en la profecía de Joel, ahora los sueños son para los ancianos de edad.
En ningún caso se menciona en la Biblia, o no lo recuerdo, que el diablo use este medio para hablar a los hombres; pero lo que si es muy cierto es que muchos de nuestros sueños no son mensajes de Dios, sino de nosotros mismos, producidos por nuestras emociones, deseos o temores.
Los casos mencionados en la Biblia son pocos, muy pocos, en comparación con lo que El comunica a personas despiertas para que lo escriban y lo comuniquen a los demás ¡Toda la Biblia! Y los que tuvieron esta experiencia, no fue lo habitual ni corriente en sus vidas, sino fue algo excepcional.
Por tanto, no debemos depender de lo que soñamos cada día para saber lo que tenemos que hacer o lo que Dios nos quiere decir. Si El quisiera hablarnos en alguna ocasión a través de un sueño, lo hará tan claro a nuestro entendimiento que no tendremos dudas. Pero como dice el apóstol Pedro, ¡la Palabra de Dios es más segura y la tenemos!
«Pero tenemos la Palabra Profética (La Biblia) más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como una antorcha que alumbra en lugar oscuro . . . « 2ª Pedro 1:19
Referencias Bibliográficas
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