¿Qué haces tú por lo tuyos, oh cristiano?
¿Cuáles son tus trabajos, tus esfuerzos,
por orientar el alma de tu hermano,
para que halle feliz camino al cielo?
¿No le hablas de Jesús y de su obra,
¿Su vida y su evangelio?
¿Cuántos seres has visto indiferente
morir sin conocer el dolor cruento
que sufriera Jesús por redimirles
dando su vida en el fatal madero?
¿Ignoras que en tu torpe negligencia
la obra nefasta de Caín has hecho?
¿Qué la voz de la sangre de tu hermano
Así cuál la de Abel clamará al cielo,
tu fratricida incuria denunciando
al dejarle morir triste, irredento?
“¿Me has hecho acaso guarda del que muere?”
¿Podrás decir a Dios cuando cual reo
en el gran juicio se te pida cuenta
de éste tu hermano en el tormento eterno?
¡Ah! Cuando sientas ya tarde
arrepentido el dolor del deber no satisfecho; 73
cuando tu corazón hiera implacable
la negra espina del remordimiento
entonces, pobre alma fratricida,
sabrás que el lloro y crujir de dientes
son la terrible condición del réprobo.
Adela Torres de Vázquez”
(Castañeda Soriano, 2014, pp. 72-73)
Referencias Bibliográficas
- Castañeda Soriano, W. (2014) Manual de Orientación Para el Ministerio Carcelario. Corporación Universitaria Adventista (UNAC) en Medellín, Colombia. Pp. 72-73
- Curso CAP108 Introducción a las Cárceles. Universidad Cristiana Logos
- Apuntes del Profesor José Juan Sosa Morales