Consejería bíblica y el mes de la Biblia: una oportunidad para sanar el alma

Consejería bíblica y el mes de la Biblia: una oportunidad para sanar el alma

María del Pilar Salazar

Septiembre es un mes especial para los cristianos protestantes, ya que en varios países  se celebra el mes de la Biblia, en conmemoración de la traducción de las Sagradas Escrituras al idioma castellano por Casiodoro de Reina en 1569. La Biblia es la palabra de Dios revelada a los hombres, y contiene toda la verdad necesaria para la salvación y la vida cristiana. Por eso, leer, estudiar y meditar la Biblia es una práctica fundamental para todo creyente, que le permite conocer a Dios y su voluntad, y crecer en su fe y obediencia.

Pero la Biblia no solo es un libro de doctrina e historia, sino también de consuelo y esperanza. La Biblia nos muestra el amor de Dios por nosotros, que envió a su Hijo Jesucristo a morir en la cruz por nuestros pecados, y a resucitar al tercer día para darnos vida eterna. Como dice el apóstol Juan: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16, RVR1960).

La consejería bíblica es una forma de ayudar a las personas que atraviesan situaciones difíciles o dolorosas, utilizando los principios y las promesas de la Biblia como guía y fundamento. Según el Consejo Internacional de Consejería Cristiana, la consejería bíblica es “el proceso de proveer dirección espiritual, moral y emocional desde una perspectiva bíblica con el propósito de facilitar el crecimiento y el cambio en las personas” (Consejo Internacional Consejería Cristiana, 2022)

El poder de la Biblia

La consejería bíblica se basa en la convicción de que la Biblia tiene el poder de transformar el corazón y la mente del ser humano, y de sanar sus heridas emocionales y espirituales. El salmista dice: “La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos” (Salmo 19:7-8, RVR1960).

El amor del consejero

La consejería bíblica se realiza con amor, compasión y respeto hacia la persona que sufre, reconociendo su dignidad y valor como imagen de Dios. El consejero bíblico no juzga ni condena al aconsejado, sino que le escucha con atención y empatía, y le orienta con sabiduría y humildad. El consejero bíblico no pretende tener todas las respuestas ni soluciones, sino que confía en el Espíritu Santo como el verdadero Consolador y Maestro.

La oración del consejero

La consejería bíblica se apoya en la oración, como medio de comunicación con Dios y de intercesión por el necesitado. El consejero bíblico ora con y por el aconsejado, pidiendo a Dios que le dé fuerza, fe y esperanza. El consejero bíblico también anima al aconsejado a orar por sí mismo, reconociendo su dependencia de Dios y su necesidad de su gracia. La oración es una expresión de confianza en el poder y la bondad de Dios, que puede hacer más de lo que pedimos o entendemos.

La meta del consejero

La consejería bíblica se propone como meta la madurez cristiana del aconsejado, que implica un cambio de actitud y de conducta conforme a la voluntad de Dios. El consejero bíblico no sólo ofrece consuelo y esperanza al aconsejado, sino también exhortación y corrección cuando es necesario. El consejero bíblico ayuda al aconsejado a identificar y enfrentar los pecados o errores que le causan sufrimiento o conflicto, y le motiva a arrepentirse y a buscar el perdón de Dios y de los demás. El consejero bíblico también estimula al aconsejado a desarrollar hábitos y virtudes que le acerquen más a Dios y le hagan más semejante a Cristo.

La consejería bíblica en la práctica

La consejería bíblica puede aplicarse a diversas situaciones que enfrentamos en nuestra vida diaria, como problemas familiares, laborales, de salud o sociales. La Biblia nos ofrece principios y valores que nos ayudan a resolver estos problemas desde una perspectiva cristiana, buscando siempre la gloria de Dios y el bienestar de nuestro prójimo. Por ejemplo, la Biblia nos enseña a honrar a nuestros padres (Éx. 20:12), a trabajar con diligencia y honestidad (Col. 3:23-24), a cuidar nuestro cuerpo como templo del Espíritu Santo (1 Cor. 6:19-20) y a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mat. 22:39). Estos son solo algunos de los muchos consejos que podemos encontrar en la palabra de Dios para vivir una vida plena y feliz.

De este modo en este mes de la Biblia, te invitamos a aprovechar la oportunidad de recibir o brindar consejería bíblica, como una forma de honrar a Dios y de bendecir a tu prójimo. La Biblia es un tesoro inagotable de sabiduría y de gracia, que puede iluminar tu camino y sanar tu alma. No dudes en acercarte a la palabra de Dios, y a compartir su mensaje de amor y de verdad con aquellos que lo necesitan. Quizás tú seas el instrumento que Dios quiere usar para transformar una vida. O quizás tú seas el que necesita escuchar una palabra de aliento y esperanza. Sea cual sea tu caso, recuerda que Dios te ama y tiene un plan para ti. Como dice el salmista: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105, RVR1960).

 

Referencias

  1. Consejo Internacional de Consejería Cristiana. (2022). ¿Qué es la consejería cristiana? Recuperado de https://ciccglobal.org/que-es-la-consejeria-cristiana/
  2. Reina Valera 1960. (2011). Sociedad Bíblica Internacional. (Obra original publicada en 1960)
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