By En el contexto actual, el discipulado cristiano enfrenta desafíos únicos y oportunidades sin precedentes. La visión y la misión de hacer discípulos, como lo ordenó Jesús, siguen siendo relevantes y esenciales para la iglesia hoy. Para entender mejor cómo podemos cumplir con esta misión en nuestros días, exploraremos los principios bíblicos del discipulado y cómo aplicarlos en nuestra realidad contemporánea.
La Visión del Discipulado
La visión del discipulado proviene directamente del mandato de Jesús en Mateo 28:19-20: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Reina-Valera 1960). Este mandato establece la prioridad de hacer discípulos en todas las naciones, enseñándoles a obedecer las enseñanzas de Jesús y asegurándoles la presencia continua de Cristo.
La visión del discipulado implica más que simplemente convertir a las personas al cristianismo. Se trata de guiarlos hacia una relación profunda y transformadora con Jesús, ayudándolos a crecer en su fe y a vivir conforme a los principios del Reino de Dios. Esta visión requiere un compromiso de por vida y una dedicación a la enseñanza y al crecimiento espiritual.
Desafíos del Discipulado en el Contexto Actual
En el mundo contemporáneo, el discipulado enfrenta varios desafíos. La secularización, el relativismo moral, la globalización y la influencia de las redes sociales son solo algunos de los factores que afectan la forma en que vivimos y compartimos nuestra fe.
Secularización y Relativismo Moral
La creciente secularización de la sociedad y el relativismo moral han llevado a muchas personas a alejarse de los valores y principios bíblicos. En este entorno, el discipulado debe enfocarse en proporcionar una comprensión clara y bíblica de la verdad. Romanos 12:2 nos exhorta: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Reina-Valera 1960). Este versículo nos llama a vivir contra culturalmente, transformados por la Palabra de Dios.
Globalización y Diversidad Cultural
La globalización ha creado una sociedad más interconectada y diversa. Esto presenta una oportunidad para el discipulado, pero también requiere sensibilidad y adaptación cultural. 1 Corintios 9:22 dice: “Me he hecho a los débiles como débil, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos” (Reina-Valera 1960). Pablo nos muestra la importancia de adaptarnos a diferentes contextos para comunicar el evangelio de manera efectiva.
Influencia de las Redes Sociales
Las redes sociales tienen un impacto significativo en cómo las personas se relacionan y perciben la realidad. Pueden ser una herramienta poderosa para el discipulado si se usan con sabiduría. Sin embargo, también pueden ser una fuente de distracción y superficialidad. Efesios 5:15-16 nos aconseja: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” (Reina-Valera 1960). Debemos ser intencionales en usar estas plataformas para edificar y discipular a otros.
Prácticas Efectivas de Discipulado
Enseñanza Bíblica Sólida
La enseñanza bíblica sólida es fundamental para el discipulado. 2 Timoteo 3:16-17 nos recuerda: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (Reina-Valera 1960). La Palabra de Dios debe ser la base de todas nuestras enseñanzas y prácticas.
Mentoría y Modelaje
El discipulado efectivo incluye mentoría y modelaje. Los discípulos necesitan ver cómo se vive la fe en la práctica. 1 Corintios 11:1 dice: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (Reina-Valera 1960). Los líderes deben ser ejemplos vivos de lo que significa seguir a Cristo.
Comunidad y Apoyo Mutuo
La comunidad es vital en el proceso de discipulado. Hebreos 10:24-25 nos exhorta: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Reina-Valera 1960). El apoyo mutuo y la comunión fortalecen a los creyentes en su caminar con Cristo.
Oración y Dependencia del Espíritu Santo
La oración y la dependencia del Espíritu Santo son esenciales en el discipulado. Efesios 6:18 nos instruye: “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Reina-Valera 1960). La oración nos conecta con el poder y la guía divina, cruciales para el crecimiento espiritual.
El discipulado en el contexto actual presenta desafíos únicos, pero también grandes oportunidades para impactar vidas con el evangelio de Cristo. Al seguir los principios bíblicos y adaptarnos a nuestro entorno cambiante, podemos cumplir con la misión de hacer discípulos en todas las naciones, fortaleciendo la fe y extendiendo el Reino de Dios en nuestro mundo.
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Por María del Pilar Salazar
Decana Académica
Univ. Logos
Universidad Cristiana Logos: https://www.logos.university/
